Un pleno entre insultos y carcajadas
El portavoz municipal de Ciudadanos de Santa Cruz, Guillermo Guigou, aseguró este martes que en todo el tiempo que lleva en la vida política, nunca se había visto en una situación tan difícil como la que ha supuesto la aprobación provisional de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Santa Cruz de Tenerife. Y por lo vivido dentro y fuera del Ayuntamiento, no le falta razón. Pocas veces un debate político ha enfadado tanto y parte de ese enfado se debe al surrealismo adoptado por algunos concejales desde que la polémica del PGO saltó a la calle, antes del verano.
Cerca de unos 2.000 vecinos se congregaron alrededor del Ayuntamiento desde una hora antes del inicio del Pleno, fijado para las 10.00 horas, y no dejaron de gritar proclamas una tras otra durante las cerca de cinco horas que duró la convocatoria. Al igual que el martes de la semana pasada, hubo enfrentamientos entre vecinos de uno y otro bando, lo que se ven favorecidos por la nueva ordenación y los que, por más que intente convencerles de lo contrario la concejal de Urbanismo Luz Reverón (CC), temen perder sus derechos de propiedad al quedar sus casas fuera de ordenación.
El Pleno arrancó con retraso porque tanto los cuatro concejales del PSC que ocuparon sus asientos (cuatro de siete), como los dos de Ciudadanos plantearon sus dudas jurídicas acerca de si la convocatoria del Pleno, que viene del pasado 29 de diciembre, era conforme o no a derecho, ya que al parecer hay dos Planes, o dos CD con contenido diferente, un plan menguado y otro ampliado en menos de una semana en más de dos gigas.
El secretario del Pleno Luis Prieto dio el visto bueno a la sesión. Al decir que no había informes desfavorables contra el PGO se escucharon las primeras carcajadas. El propio portavoz socialista José Ángel Martín ya se había presentado a primera hora de la mañana en los juzgados de lo Contencioso para pedir medidas cautelares contra la convocatoria. No hay todavía auto judicial a favor o en contra, pero si fuese en contra, todo el Pleno sería anulado. Habría que convocar otro.
Si en la calle se gritaban consignas una tras otra, en el salón de Plenos tampoco había quién hiciera callar a los vecinos que lograron hacerse con un asiento, incluidos los seis incondicionales del alcalde, algunos de ellos trabajadores en el Ayuntamiento, que se sentaron en primera fila para intentar contrarrestar con aplausos las pitadas de los “antisistema”. Zerolo amenazó con desalojar la sala en ocho ocasiones, y hasta tuvo que pedir a un ciudadano que se marchara después de escucharle decir: “Zerolo, tienes los días contados”.
Reverón insistió en que el PGO de la discordia no quita derechos ni concede privilegios, diga lo que diga la Ley del Suelo estatal. Tuvo que escuchar varios comentarios en su contra a lo largo de sus cerca de tres cuarto de hora de intervención, pero hubo carcajadas cuando afirmó que “el Ayuntamiento no comete delitos tipificados en el Código Penal”, pese a que ella misma está imputada por prevaricación urbanística en el 'caso Las Teresitas'.
Sin embargo, la actuación más sonora fue la del “hermano nacionalista” Ignacio González (CCN), que aseguró que no se recordaba tal clima de crispación entre los vecinos de Santa Cruz “desde la Guerra Civil”, y aludió a grupos extremistas a los que vinculó al PSC, por lo que pidió a este partido que se pronunciara de forma clara en contra del uso de la violencia como forma de imponer ideas. “Si no lo hace, este partido socialista de Santa Cruz se colocaría definitivamente en la clandestinidad”. Para que no pareciera que estábamos en Getxo o en otro punto del País Vasco, el PSC eludió toda responsabilidad con el supuesto anuncio de bomba que llevó a suspender la convocatoria de hace una semana.
Cuando González afirmó que él mismo vivía en una casa fuera de ordenación, y que pensaba en sus hijos al votar a favor del Plan, hubo vecinos que le indicaron que puede que también pensara en su padre, y cuando remató con que su mujer le había pedido que dejara la política “porque me intentaron atropellar el pasado martes”, también tuvo que escuchar palabras que le animaban a hacerlo.
En realidad, y pese a que el Pleno duró cinco horas, podría haberse resumido en treinta minutos. El portavoz popular Ángel Llanos, después de aclarar que el PP apoyaba este PGO “manifiestamente mejorable” porque la Refinería “no se toca”, sino que se queda como está y “sin fecha de caducidad”, añadió que, al fin y al cabo, este asunto del PGO no ha hecho más que comenzar.
Tiene razón. Por delante hay todo un universo de mociones “para modificar puntualmente el PGO” dijo Llanos, mientras que en la calle, miles de vecinos indignados convocaban una manifestación para el sábado y con acudir a la Justicia mañana mismo.