El proyecto del Oasis, sin evaluación ambiental
El proyecto de la cadena mallorquina RIU para la demolición del hotel Oasis y la construcción en su lugar de un nuevo edificio de 25 metros de altura y 370 de longitud, con 450 habitaciones y 915 camas, carece de una evaluación del impacto ambiental que provocaría sobre el palmeral, la charca y las dunas de Maspalomas, así como de un informe sobre su incidencia en la zona de influencia litoral, en la que se encuentra por ubicarse a menos de 500 metros de la ribera del mar.
La cadena IFA, titular del emblemático hotel Faro y propiedad en un 50% del grupo Lopesan, remitió el pasado viernes una batería de escritos a distintos departamentos del Gobierno de Canarias ?consejerías de Obras Públicas, Sostenibilidad y Cultura - y a los ministerios de Medio Ambiente y Hacienda en los que reclama la emisión de informes en relación a la afección ambiental del proyecto de RIU sobre el Área de Sensibilidad Ecológica (A.S.E.) donde se ubica el hotel.
En estos documentos, IFA recuerda que el Texto Refundido de la Ley de Ordenación del Territorio y Espacios Naturales de Canarias prolongó el A.S.E. sobre los terrenos y la faja de mar contiguos a la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas.
Esta área queda delimitada en el oeste por “el extremo más meridional del hotel Oasis y continúa hacia el noroeste bordeando la parcela edificada del hotel hasta el cruce de su entrada”, mientras que por el sur “corta la prolongación en recta hacia el mar, desde el punto situado en el extremo más meridional de dicho hotel”.
A pesar de esta descripción literal, el plano del Plan Director de la Reserva Natural de las Dunas de Maspalonas no incluye la parcela del hotel Oasis en el área de sensibilidad ecológica, una circunstancia que IFA atribuye a un error producido por los primitivos programas informáticos de tratamiento del sistema de coordenadas que se utilizaban en 1994, año de promulgación de la ley.
No obstante, la cadena incide en que cualquier contradicción entre normativas o descripciones literarias y los documentos gráficos o planos que intentan expresarlas gráficamente “debe resolverse a favor de las primeras, es decir, a favor del texto escrito que todo el mundo entiende”.
“Sería absurdo pensar que se considere parte del A.S.E. los terrenos situados a más de 1.200 metros al norte de la reserva y no se considerase A.S.E. la parcela del hotel Oasis, que dista sólo unos cien metros de la Reserva Natural, precisamente en la zona más sensible y valiosa, la charca de Maspalomas, categorizada incluso como zona de exclusión en el Plan Director”, apuntan los representantes de IFA.
La inclusión de los terrenos donde se ubica el hotel en esta área de sensibilidad ecológica impide que se otorguen las licencias de demolición y construcción que pretende RIU sin que el proyecto se someta de forma previa a la evaluación de impacto ecológico.
“No podemos permitir que el hotel se modifique para agravar lo que de impacto tiene y al mismo tiempo se demuela lo que más valor turístico y arquitectónico posee”, concluye IFA, que resalta que, a pesar de que el número de palmeras ha aumentado con respecto a las que había antes de construirse el hotel, “se ha alterado la identidad genética del palmeral, se ha erradicado el sotobosque y se han visto disminuidos los valores naturales ?como la desecación de las pequeñas charcas o marismas-, ahora mudados, en parte, a valores de jardinería, pero conservando un muy alto grado de interés natural y paisajístico”.
Vulneración de la Ley de Costas
El grupo Ifa-Lopesan también se ha dirigido a la dirección general de la Sostenibilidad de la Costa y el Mar del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente al considerar que el proyecto de RIU vulnera el artículo 30.1 de la Ley de Costas, que se refiere a la denominada zona de influencia, definida por la línea que tierra adentro alcanza los 500 metros desde la ribera del mar.
El mencionado artículo estipula que en esta zona “se deberá evitar la formación de pantallas arquitectónicas o acumulación de volúmenes, sin que, a estos efectos, la densidad de edificación pueda ser superior a la medida de suelo urbanizable programado o apta para urbanizar en el término municipal respectivo”.
Para la cadena IFA, el nuevo Hotel Oasis “agrava” la pantalla arquitectónica en el litoral, ya que aumenta en altura y volumen con respecto al actual edificio, pasando a la ejecución de un cuerpo edificado con 375 metros de fachada y 25 metros de altura equivalente a más de ocho plantas.