Repsol prevé usar técnicas similares al 'fracking'
El Gobierno de Canarias ha advertido este viernes que Repsol plantea en su Estudio de Impacto Ambiental la posibilidad de utilizar para las prospecciones petrolíferas en aguas cercanas al Archipiélago la denominada perforación desviada, una técnica similar al fracking, la fracturación hidráulica del terreno mediante explosivos o inyecciones de agua a elevadas presiones.
El director general de Medio Ambiente del Ejecutivo regional, José Fernández, ha explicado que esta compleja operación es una alternativa a la perforación vertical, que se aplica en determinadas circunstancias para aumentar la capacidad de absorción del crudo y que eleva de forma potencial los riesgos medioambientales de los sondeos, ya que puede ocasionar derrumbes y generar movimientos sísmicos en la zona.
“La capacidad de control es mucho menor y comporta peligros mucho mayores porque introduce una fuerza gigantesca”, ha aseverado Fernández. La compañía petrolera no precisa en su informe dónde va a utilizar esta técnica, a pesar de que, según ha explicado el director general de Medio Ambiente, requiere desarrollar un procedimiento ad hoc para evaluar los mecanismos de prevención y actuación en caso de incidencia.
El Gobierno de Canarias ha incluido esta deficiencia en las alegaciones al Estudio de Impacto Ambiental de Repsol, que fueron presentadas este jueves. José Miguel Pérez, consejero de Educación, Universidades y Sostenibilidad, ha anunciado que el documento irá a los tribunales si no se modifica durante la tramitación de las alegaciones en el Ministerio de Industria primero o en el de Medio Ambiente después.
El también vicepresidente del Gobierno canario ha manifestado que el estudio de Repsol carece de informe técnico, que no recoge el proyecto concreto de una zona determinada ni las posibles afecciones e instrumentos de prevención y actuación ante cualquier eventualidad y que, por lo tanto, vulnera la legalidad y “debe ser declarado nulo de pleno derecho”. “En cualquier país serio, el estudio de Repsol ni siquiera sería tomado en cuenta, iría directamente a la papelera”, ha manifestado.
En total han sido 10.000 las alegaciones presentadas contra el documento de la compañía petrolera. Pérez ha remarcado que el Gobierno regional ha huido de “posiciones políticas previas” en la respuesta a Repsol y que ha analizado el estudio “a fondo, con rigor y con los instrumentos que se utilizan en Canarias para adoptar cualquier decisión en materia de impacto medioambiental”.
El vicepresidente ha enumerado los riesgos que no se incluyen o no se definen con “suficiente claridad” en el Estudio de Impacto Ambiental de Repsol. Así, ha asegurado que un derrame de petróleo en el área de las prospecciones “desbordaría la realidad de las islas” y afectaría a toda la costa del Archipiélago por las características de la circulación marítima de las aguas que lo rodean. “Esta zona es una de los cinco más relevantes del mundo para saber el comportamiento que el mar tiene en la termirregulación del planeta”, ha dicho.
Además, ha apuntado que el informe de Repsol no contempla cómo afectaría a las plantas desalinizadoras la posible contaminación del agua debido a las actividades exploratorias. En este sentido, ha recordado que en una isla como Lanzarote las reservas de agua potable sólo permitirían garantizar el suministro uno o dos días.
La compañía petrolera tampoco ha calculado, en opinión del Gobierno canario, el impacto que podría producir un movimiento sísimico en la zona. Pérez ha incidido en que el área donde se van a realizar los sondeos es de gran sismicidad y registra movimientos que superan la magnitud 5 en la escala Richter. “Las operaciones previstas pueden inducir estos sísmos”, ha asegurado.
Por último, el vicepresidente se ha referido a la afección socio-económica y a la ausencia de una evaluación sobre la repercusión que tendrían las prospecciones en la actividad turística de Canarias, “independientemente de que se produjera un accidente”. Pérez ha señalado que las Islas se van a convertir en un “conejillo de Indias”, porque en ningún otro lugar del mundo con un nivel de producción económica tan condicionado por el turismo se han desarrollado iniciativas de este tipo.
“Este proyecto es de una envergadura descomunal y se sitúa en los límites de lo que la tecnología en el planeta garantiza que se puede llevar a cabo. Es muy difícil asegurar que los riesgos puedan ser controlados”, ha afirmado Pérez, quien ha recordado la experiencia del vertido del Golfo de México, que “puso en evidencia que la tecnología no está preparada para acometer esta eventualidad”.“Ojalá no pase nada, que toda esta falta de prevención no tenga que ser lamentada”, ha concluido Pérez.
El Gobierno canario también ha criticado “las prisas” de la compañía en la confección del Estudio de Impacto Ambiental y las manifestaciones realizadas el pasado mes de agosto por el ministro José Manuel Soria, cuando, “anticipándose a todos los trámites y las alegaciones”, afirmó que Repsol comenzará los sondeos en el segundo semestre de 2014.