La Universidad de La Laguna estudia las causas que explican el rendimiento académico de los alumnos
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 05 (EUROPA PRESS)
El rendimiento académico de los alumnos de la Universidad de La Laguna (ULL) fue ayer 4 de febrero objeto de debate en unas jornadas celebradas en el campus de Guajara y organizadas por el Vicerrectorado de Alumnado.
Un grupo de expertos abordó esta cuestión desde distintas perspectivas, y, en general, todos coincidieron en que los datos de la ULL se sitúan dentro de la media nacional y que las características psicológicas del alumnado y su capacidad para enfrentarse a nuevos retos y superar los obstáculos constituyen la clave del éxito universitario, según informó el centro docente.
El primer experto en intervenir fue Eduardo Martín, profesor del departamento de Psicología Evolutiva, Educativa y Psicobiología, quien señaló que la tasa de abandono del alumnado de La Laguna se sitúa en torno al 14 por ciento, un porcentaje muy similar a la del resto de universidades. “Este abandono no siempre quiere decir que el estudiante se marche de la universidad, sino que cambia de titulación, pide traslado a otro centro o consigue trabajo. Más de un 86 por ciento continúa, y eso sí que es muy positivo”.
Se prevé que este último porcentaje aumente con la implantación de los grados, ya que estos planes de estudios contienen muchas herramientas dedicadas a las habilidades del estudiante y a mejorar su capacidad de empleabilidad, por lo que estará mucho más motivado y enfocado hacia su futuro profesional. Martín definió la tasa rendimiento como el porcentaje de aprobados sobre las asignaturas presentadas, e indicó que si bien varía mucho por centro, supera el 70 por ciento en general.
El experto también apuntó que en la recién estrenada convocatoria de exámenes de julio ha aumentado el número de presentados, y aunque porcentualmente el éxito ha sido algo menor, en términos absolutos no es así, porque el número de personas que se presentó a la convocatoria es mucho mayor. Martín finalizó su intervención alegando que los datos de la ULL no son malos, “pero queda mucho espacio para la mejora”.
Por su parte, Leopoldo Cabrera, profesor del departamento de Sociología, señaló que resulta imposible corregir la política educativa de una comunidad autónoma en tan sólo cinco o seis años, porque requiere mucho más tiempo. En general, con los años todas las comunidades han mejorado sus tasas de rendimiento, pero el distanciamiento entre unas y otras es cada vez mayor, destacando Madrid, Cataluña y País Vasco.
Pedro Álvarez, del departamento de Didáctica e Investigación Educativa y del Comportamiento, hizo hincapié en la necesidad de una mayor preparación de los alumnos no universitarios para afrontar su paso a la etapa universitaria “Es necesario mucho más tiempo, porque esta transición muchas veces se limita a intervenciones de carácter puntual, justo antes de la toma de decisiones, cuando en realidad debe tener un sentido de proceso a más largo tiempo”.
Según sus investigaciones, se detecta que muchos alumnos apenas conocen la titulación escogida, disponen de escaso bagaje académico y apenas cuentan con una proyección académica más allá de lo inmediato. El porcentaje de abandono antes señalado es, en opinión del docente, una tasa positiva, ya que está significativamente por debajo de la media nacional.
RAZONES DEL SUSPENSO
Lidia Cabrera, profesora del departamento de Didáctica e Investigación Educativa y del Comportamiento, abundó en un estudio que, entre otras cuestiones, preguntaba a los propios alumnos las causas de sus suspensos. Este trabajo reveló que el 8 por ciento de los encuestados se lo achacaba al profesorado y un 23 por ciento a causas institucionales, mientras que el 75 por ciento se lo atribuía a ellos mismos. La mayoría dice suspender porque no asiste a clase, está falto de técnicas de estudio, tiene escasa motivación e interés o aduce también problemas personales.
Para la experta, el rendimiento es la principal causa del abandono; “se van porque suspenden”, asegura. Las variables psicológicas y educativas son, según su criterio, las que determinan el fracaso. “Lo cierto es que se produce un desajuste entre oferta y demanda: tenemos estudios muy cargados de contenido y una ausencia de fortaleza psicológica por parte del alumnado, que en ocasiones carece de estrategias y hábitos de estudio”.
Finalmente intervino José Tomás Bethencourt, docente del departamento de Psicología Evolutiva, Educativa y Psicobiología, quien apuntó que hay que promover la personalidad eficaz, es decir, aquella que está marcada por un conjunto de características psicológicas que le hacen superar las adversidades. También señaló que se debe trabajar en las estrategias de aprendizaje y en la integración socio académica, “porque el alumno que más se aísla es al que peor le va”. La tutorización entre iguales y el apoyo económico fueron también elementos reseñados por el experto para encaminar el éxito académico.
Con respecto al profesorado, Bethencourt sostuvo la necesidad de adaptar sus estrategias docentes, mientras que la institución, por su parte, debe promover la coordinación de acciones en alumnado de nuevo ingreso, llevar a cabo un tratamiento específico de las asignaturas y profesores con baja tasa de éxito y desarrollar intervenciones en el alumnado en situaciones de riesgo.