Los viajeros de las luces

Carlos Pallés Darias es un joven arquitecto tinerfeño que ha investigado uno de los capítulos más desconocidos de la historia de la isla. La llegada durante los años 1724 a 1820, que coincide con el siglo de las luces y de la Ilustración, de una serie de estudiosos y eruditos franceses que dejaron su marca en Tenerife, en aspectos como la botánica o las ciencias. Por aquellas fechas Francia se había convertido en un imperio con enorme influencia en España y el hombre acababa de descubrir en la razón una herramienta de infinitas posibilidades.

El sábado por la mañana Pallés ofreció una charla en el Teatro Guimerá invitado por la Alianza Francesa, en la que disertó sobre el resultado de las investigaciones que ha realizado en torno a algunos de estos estudiosos galos, como Feuillé, Fleurieu, Borda, Galaup, Bruni, Baudin y Bondpland. Estos viajeros llegaban al Archipiélago con una idea preconcebida basada en los relatos sobre su exotismo y otros tópicos contemporáneos pero finalmente se encontraban con unas enormes diferencias sociales y una naturaleza exuberante en la que todo estaba por descubrir.

¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de estas investigaciones?

Más que investigación lo que he hecho es una recopilación para dar conferencias didácticas y pedagógicas. No soy un especialista. Soy un arquitecto pero me gusta dar a conocer episodios de nuestra historia. Me llamó mucho la atención que en alguna de estas expediciones ya se hablara sobre la importancia y la necesidad evidente de construir un observatorio en la isla lo antes posible aunque luego se tardara un siglo en hacerlo. Otro tanto ocurrió con establecer espacios de protección natural o de determinadas especies. Por suerte, el ritmo de destrucción del siglo XX no consiguió que pudiéramos salvar mucha de nuestra riqueza natural.

¿Por qué eligió ese período concreto de nuestra historia para dar la conferencia?

Pues fue por acotar un poco el tiempo. He preferido estudiar justo el período que abarca antes de la época de Sabino de Berthelot. Por eso comenzamos con la primera expedición de Feuíllé y la última que es la de Bondpland.

¿Qué tipo de documentación ha consultado?

Pues hay bastante documentación. En contra de lo que se pueda pensar aquí se ha estudiado mucho y hay bastantes libros sobre estos viajeros y tesis doctorales de alumnos de la Universidad de La Laguna. Nuestra intención es simplemente divulgativa. Dar a conocer este capítulo de la historia de una forma ordenada y que pueda ser comprendida por mucha gente. Queríamos explicar para qué venía esta gente a nuestra isla, qué buscaban y qué encontraron. Para los especialistas hay suficiente información y en internet también se puede conocer la vida y milagros de muchos de estos viajeros. Pero queríamos eliminar el enorme desconocimiento que un ciudadano de Santa Cruz tiene sobre estas visitas.

Por lo que se ve fue un período muy concreto. Parece que casi se convirtió en una moda que los intelectuales franceses visitaran Tenerife.

Más que una moda, hay que enmarcarlo en la época de la ilustración, de la enciclopedia y la llegada de los reyes Borbones de origen francés. A partir de aquí los viajes tienen todos un objetivo científico, sin ninguna duda, pero también culturales o de espionaje. Las relaciones que en aquel momento existían con Francia hacen que muchas expediciones científicas eligieran Tenerife como objetivo de sus estudios.

¿Y antes de esa época no existe ningún precedente?

Muy poco. Es sorprendente. Sin embargo, a partir de aquí se comenzó a hacer de una forma sistemática y muy profesional. Por ello, antes de la llegada de estudiosos como Feullié, Fleurieu, Borda, Galaup, Bruni, Baudin o Bondpland, ni siquiera se habían catalogado especies como el drago que al parecer no despertaban ni el mínimo interés entre los anteriores visitantes.

¿Qué es exactamente lo que venían buscando y qué es lo que encontraron? ¿Se iban decepcionados o por el contrario se quedaban satisfechos con lo que veían?

Bueno, creo que la sensación es muy similar a la de los viajeros actuales.Venían atraídos por lo que habían leído en publicaciones donde se hablaba de unas islas tropicales y se encontraban con otra realidad muy diferente, aunque al final la impresión era positiva porque se veían envueltos en una naturaleza muy sugerente como la canaria con los volcanes, la luz o los paisajes. Aún así el impacto inicial es como el de los turistas actuales que llegan al aeropuerto del sur y durante una hora sólo ven un desierto.

¿Y cómo describen a la población de aquella época?

Pues hablan de una gente muy pobre, muy humilde y casi en la miseria pese a los avances que había experimentado ya Europa y luego una minoría que vivía de una forma totalmente europea. Esto les llamaba muchísimo la atención. Encontrarse con una diferencia de clases tan brutal.

¿Qué herencia concreta dejaron estos investigadores en cuanto a obras, edificios o incluso apellidos?

Hay muchos libros específicos sobre todo de botánica o geografía que se pueden consultar. Lo de los apellidos es diferente. A mi me sorprendió saber que la mayoría de los franceses que llegaban a isla eran prisioneros de guerra que se enviaban a Canarias y a los que se les permitió trabajar y formar familias. Luego cuando tuvieron la posibilidad de volver a su tierra optaron por quedarse aquí.

El nombre de la avenida de Anaga como Francisco La Roche ¿tiene algo que ver con todo esto?

Pienso que sí pero tendría que consultarlo, pero por ejemplo Beautell, Beausier o Maffiotte son de esa época.

¿Qué diferencia habría entre estas expediciones y las inglesas o alemanas que también se llevaron a cabo durante otros siglos?

En realidad el fondo es el mismo. La diferencia mayor es el matiz político. Francia era en esa época una gran potencia y tenía mucha influencia en España. La importancia de los ingleses y su contribución es muy superior a la de los franceses. La de los alemanes fue más esporádica y se centra principalmente en Humboldt. Todos ellos han hecho aportaciones y demostraron a veces que conocían más esta tierra que nuestros antiguos compatriotas.

¿Políticamente hubo algún intento de anexionar Canarias a Francia?

Hubo un intento de repartirse las colonias españolas pero esa parte política es muy poco representativa. Lo que pasa es que Canarias en aquella época estratégicamente no tenía demasiada importancia.

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