Una mujer víctima de atraco a punta de pistola en su casa en Lanzarote pensó que era “una pesadilla”
“No me mires a la puta cara o te mato los hijos”, asegura que le dijo uno de los encapuchados
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 16 (EUROPA PRESS)
Una mujer que fue víctima, junto con sus dos hijos de 8 años de edad, de un atraco por cinco encapuchados y a punta de pistola en su vivienda en Playa Blanca, en el municipio de Yaiza (Lanzarote), aseguró hoy que al verles a su alrededor mientras dormía pensó que “era una pesadilla”. Destacó que uno de los asaltantes le espetó: “No me mires a la puta cara o te mato los hijos”.
La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas acogió hoy la segunda jornada del juicio contra Reinel P.P., su hermano Yeison Y.P.P., su tío Orlando R.M., conocido como 'Gocho', J. Julián G.C., Bryan A.M.M., Diego F.R.Z., y J. Enrique G.G., conocido como 'Niño Grande', todos ellos colombianos, Yohan D.A., natural de República Dominicana, y J. Alejandro P.C., de Venezuela, acusados de presuntos delitos de detención ilegal, lesiones, robo con violencia y/o intimidación y allanamiento de morada, por los que la Fiscalía pide una suma total de 134 años de cárcel, que oscilan entre 7 años y seis meses y 19 años y medio de prisión.
Según el fiscal Ernesto Vieira, Reinel, P.P., J. Julián G.C., J. Enrique G.G., Diego F.R.A. y Yohan D.A., previo acuerdo en la acción, sobre las tres de la madrugada del 5 de junio de 2008 se cubrieron los rostros con capuchas y esgrimiendo dos pistolas, un cuchillo y una pata de cabra irrumpieron en la citada vivienda en Playa Blanca, donde había trabajando Diego en 2001. Para ello saltaron un muro de piedra de dos o tres metros que bordeaba su perímetro.
Así, accedieron al dormitorio principal donde se encontraba durmiendo la dueña de la casa en compañía de sus hijos gemelos y, tras despertarles bruscamente, mientras uno de ellos asía fuertemente a su madre por el cuello, le solicitaron el contenido de la caja fuerte y le propinaron un golpe en el ojo con la culata de la pistola que portaban.
“QUERÍAN HACERME CREER QUE ERAN ÁRABES”
“He ido al psicólogo para tratar de olvidar”, afirmó la mujer, que dijo que el día de los hechos notó que se “ahogaba, no podía respirar”. “Abrí los ojos y vi a cinco encapuchados, pensé que era una pesadilla. Empecé a dar patadas hasta que me dieron un golpe bastante fuerte en el ojo”, añadió.
La testigo explicó que eran cinco personas, a quienes “todavía” ve “por la noche”, y “hablaban de una forma rara” para hacerle “creer que eran árabes”. Comentó que, cuando uno de los acusados dijo que les iba a “atar”, uno de los niños preguntó: “'¿Por qué nos van a matar si no hemos hecho nada?'”.
Agregó que los procesados estuvieron “prácticamente tres horas en la casa”, donde les amedrentaron con las armas e instrumentos que portaban, y obligaron a la mujer y a los dos niños a acompañarles por toda la vivienda en busca de dinero, joyas y otros objetos de valor, consiguiendo apoderarse de las joyas contenidas en la caja fuerte y regresando nuevamente hasta el dormitorio principal, donde la mujer les entregó 3.000 euros en efectivo y un pequeño joyero.
En ese momento, los acusados, a fin de constreñir la libertad de movimientos de las víctimas, continuar el registro del domicilio y garantizar su huida, les amordazaron, atándoles las manos con bridas y tapándoles la boca con cinta de embalar, haciendo lo mismo con el perro.
Les dejaron encerrados dentro del cuarto de baño mientras se apoderaban de una videoconsola, un reproductor Mp4, unas gafas de sol, varios ordenadores, un teléfono móvil y numerosas joyas, entre las que se encontraban dos relojes de comunión, otros dos relojes y una pulsera de diamantes. Poco después de que los acusados abandonaran el citado domicilio sus moradores consiguieron liberarse de sus ataduras.
“ME AMORDAZARON Y ME PEGARON UNA PALIZA”
Un mes más tarde, y según mantiene el Ministerio Fiscal en función de las primeras declaraciones policiales y judiciales de los procesados, sobre las 03.30 horas de la madrugada del 13 de julio de 2008, los hermanos Reinel P.P. y Yeison Y.P.P., J. Julián G.C., Bryan A.M.M., J. Alejandro P.C., J. Enrique G.G. y Yohan D.A. entraron en una casa en Los Valles, en la localidad de Teguise, presuntamente siguiendo indicaciones de J. Orlando R.M..
Ese día “se metieron encapuchados en casa, me amarraron, me amordazaron, me pegaron una paliza con un cuchillo, pata de cabra y una pistola en la frente”, aseguró el propietario del domicilio y víctima del robo, cuando se encontraba durmiendo junto a su mujer.
Si bien el hombre no pudo precisar cuántos eran señaló que “cuatro o cinco”. “Cuando me desperté tenían la mano en el cuello asfixiándome, le di un taponazo a uno y luego ya se tiraron todos contra mí”, relató.
“QUE LOS METAN A LA SOMBRA”
Añadió que fue “pinchado con un cuchillo en el estómago durante el forcejeo” y también recibió dos puñaladas en las piernas, pero desconoce si del cuchillo o de la pata de cabra. “Me pusieron de rodillas y luego me amarraron, me amordazaron y empezaron a registrar la casa”, continuó.
“Con que los metan a la sombra me conformo, pero reclamo la indemnización que me corresponda de todos modos”, agregó el afectado, mientras que su mujer sostuvo que eran al menos cinco quienes entraron a robarles.
Tras conseguir que la mujer les entregara 500 euros y mientras los dueños de la casa seguían amordazados, los acusados inspeccionaron la vivienda en busca de dinero u otros objetos de valor, dejando encerrados dentro de su dormitorio a los moradores, que poco después consiguieron liberarse de sus ataduras.
PENAS DE HASTA 19 AÑOS Y MEDIO DE CÁRCEL
Por todo ello, la Fiscalía pide para Reinel P.P., J. Julián G.C., Yohan D.A. y J. Enrique G.G. imponer la pena de 19 años y medio de cárcel y dos meses de multa con una cuota diaria de 10 euros; además de 12 años y medio de prisión para Yeison Y.P.P.; 12 años de cárcel para Bryan A.M.M., J. Alejandro P.C. y J. Orlando R.M.; y 7 años y seis meses de cárcel para Diego F.R.A..
Según el Ministerio Fiscal, concurre en los acusados la circunstancia de empleo de disfraz y de abuso de superioridad y también en Yeison Y.P.P. la circunstancia de reincidencia por el supuesto delito de lesiones. Además, reclama indemnizaciones para las víctimas por los daños y efectos sustraídos.
Por su parte, los letrados de la defensa solicitaron la libre absolución para sus clientes, con edades comprendidas entre los 23 y 39 años, y, en caso contrario, plantearon la atenuante de confesión y colaboración con la Policía por parte de J. Julián G.C. y Reinel P.P..