El activista detenido en Lanzarote desmiente las acusaciones
La detención del activista uruguayo que se arriesga a ser expulsado del país ha provocado las primeras reacciones, que han sido recogidas en los micrófonos de El Correíllo de CANARIAS AHORA RADIO. José Morales, acusado de atentado contra la autoridad y desorden público, se ha defendido negando la actitud que le llevó a pasar una noche en el calabozo: “Si hubiese agredido a un policía debería estar conectado con más gente y ante una agresión debería haberme detenido”.
De este modo, Bachir Mansur, portavoz del colectivo saharaui en Lanzarote, afirma que la concentración tenía como fin “recibir a los niños y solidarizarnos en honor a Said Dambar, que había sido asesinado hace siete meses por la policía marroquí”, y recuerda que el incidente ocurrido con el policía que sacó el arma no es como citan las autoridades oficiales, sino que el agente “en ningún momento se identificó con la placa, sino con una pistola”, y asegura que desde que la activista saharaui Aminatu Haidar se declarara en huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote, este agente “hacía fotos a los saharauis”. Además, afirma que el gendarme “sacó la placa cuando vino la Policía Local, mientras que a nosotros nos sacó la pistola desde el principio, amenazando”.
En cuanto a la actuación del activista detenido, José Morales, Bachir Mansur afirma que lo único que hizo fue “ir tomando fotografías” y cuando se acercó al agente, “el supuesto policía se avalanzó sobre él”.
También pasó por los micrófonos del programa el director Insular del gobierno del Estado en Lanzarote, Orlando Suárez, quien dio su versión de los hechos. Así, declara que “por una parte lo que sí es cierto es que había miembros del Cuerpo Nacional haciendo labores de su cargo, por un dispositivo de seguridad. Estaban desarrollando el servicio de ciudadanos a distancia sin intervenir en la concentración. Alguien (José Morales), reconoce y se acerca a los policías que trataron de abandonar el lugar, y fueron perseguidos por José. Los policías se identifican y empiezan a recibir gritos, insultos, patadas y empujones. Agarran y empujan a los agentes (el ”fotógrafo“ y su acompañante) y este desenfunda el arma con el seguro puesto para salvaguardar su seguridad. Los agentes son invitados por el dueño del bar para refugiarse. Posteriormente un dispositivo policial ayudó a irse a los agentes”.
Preguntado por qué los agentes de la policía estaban en la concentración pacífica realizando fotografías, Orlando Suárez explica que la policía “estaba haciendo labores propias de su cargo en un dispositivo de seguridad” y que “desarrollaban como en otras circunstancias servicios de paisanos, manteniéndose a distancia sin interferir en la concentración”. Además justifica el hecho de que se tomaran imágenes de los manifestantes porque “si voy a una concentración mi imagen puede aparecer en cualquier medio y en cualquier momento”.
Por último habló en antena el activista uruguayo, quien se mostró indignado ya que declaró que en primer lugar quería “desmentir públicamente esa falsedad que se hace eco, no ha sido así. Por otro lado en el momento ese ningún policía se identificó como tal. Si hubiese agredido a un policía debería estar conectado con más gente y ante una agresión debería haberme detenido, tomarme los datos”.
José es consciente de que podría ser expulsado del país por este forcejeo si se le sancionase con faltas graves. Por ello está citado para este martes en la Brigada Local de Extranjería para notificarle una infracción a la Ley sobre protección de la Seguridad Ciudadana que se puede considerar grave o muy grave. No entiende por qué se le puede acusar de faltas graves cuando él participó en una concentración pacífica ciudadana y lleva “10 años en Canarias”. “Soy una persona integrada en la sociedad canaria”.