Adiós a una de las chimeneas de la central de Jinámar: Endesa adjudica su demolición por 1,6 millones

La compañía Endesa ha anunciado este miércoles la adjudicación por 1,6 millones de euros las obras de demolición de una de las dos chimeneas de la central de Jinámar, que fueron levantadas en los años 70 para dar cobertura energética al 70% de la isla de Gran Canaria.

Será la más pequeña de ellas, de 76,5 metros de alto, será la primera en ser derribada en una actuación que se prolongará hasta septiembre de 2024.

La central de Jinámar, en Las Palmas de Gran Canaria, ha albergado cinco grupos de vapor (tres de los cuales se utilizaban además para potabilizar agua de mar), tres turbinas de gas y cinco grupos de diésel.

El primer grupo se inauguró en 1972 y fue creado para cumplir la doble función de generar energía eléctrica y desalar agua para el suministro de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.

Mientras, el segundo y tercer grupo estaban dedicados exclusivamente a la producción de electricidad y comenzaron a funcionar en 1975 y 1978, respectivamente.

El cuarto y quinto grupo entraron en funcionamiento en 1982 y 1984, respectivamente, cumpliendo también la función doble de producir electricidad y agua desalada.

En cuanto a la obra, la UTE-Afesa Nervión ha sido la ganadora del concurso al que concurrieron un total de cinco empresas, adjudicándose el proyecto por un presupuesto de 1, 6 millones.

La acción no sólo incluye el desmantelamiento paulatino de la chimenea sino también el desmontaje completo y la retirada de material de los grupos de vapor 1, 2 y 3, unos grupos que llevan meses sin estar disponinbles, mientras que la retirada incluye las turbinas, los generadores, los condensadores y los equipos auxiliares como elementos más destacados.

El responsable del área de Generación de Endesa en Gran Canaria, Luis Varela, ha señalado que este desmantelamiento “cumple con los planes ya avanzados por Endesa para ir caminando en la línea de la descarbonización en Canarias y en un futuro orientado hacia las energías renovables y hacia nuevas unidades de Generación gestionables y respetuosas con el medio ambiente”.

Indicó también que “habrá un cambio en el paisaje de la zona con la desaparición de esta chimenea”. Además, ha resaltado que se la empresa ha optado por realizar la obra en distintas fases para “hacer la instalación lo más segura posible”.

Descartada la voladura con explosivos

En cuanto a las características técnicas de la chimenea a demoler destaca su altura, de 76,5 metros, y un espesor en la base de 50 centímetros que se va reduciendo hasta alcanzar 32 centímetros en la cota superior.

El exterior está estructurado en hormigón armado, mientras que el interior dispone de un revestimiento de ladrillo refractario.

Los operarios de la Central de Jinámar accedían en el ejercicio diario de su trabajo a las partes más elevadas de la torre mediante un ascensor exterior a la chimenea, que fue desmontado por cuestiones de seguridad en cuanto dejó de estar operativa.

Endesa también ha indicado que queda descartada la demolición por voladura y, en principio, se optará por procedimientos como el corte hilo de diamante o la intervención de un robot demoledor con control remoto. También intervendrán otros elementos de apoyo como las grúas.

En cuanto a los detalles técnicos de los grupos 1,2 y 3, que ya no están en funcionamiento, destaca que el grupo 1 era capaz de generar 33.150 kw de potencia, el grupo 2 un total de 40.000 kw y, por último, el grupo 3 producía en su día otros 40.000 kw de potencia. En total los tres grupos de vapor han dado un servicio eléctrico de 726.278 horas de funcionamiento.