Admite que la mató pero no que la violó

Sang O.L. , de origen surcoreano, acusado de asesinar a una niña de su misma nacionalidad en Las Palmas de Gran Canaria, en agosto de 2008, admitió el crimen este lunes, durante el juicio con jurado, aunque rechazó que abusara sexualmente de la menor. El Ministerio Fiscal solicita 49 años de prisión para el procesado, cifra que aumenta hasta 52 años la acusación particular, que lo acusa de delitos de asesinato, robo con violencia, amenazas, allanamiento de morada y violación. La Defensa, por su parte, solicita 15 años de cárcel por homicidio con dolo eventual y robo con violencia.

“Mató a una niña inocente, frágil y pura, que le quedaba toda la vida por delante”, enfatizó el abogado de la acusación particular, Santiago Sánchez, durante su primera intervención ante el jurado en la Audiencia Provincial de Las Palmas. “Este hombre era plenamente consciente de lo que hacía”, precisó Sánchez, al tiempo que señaló que “sus padres llevan dos años llorando su muerte”.

Santiago Sánchez expresó que el acusado tenía un “plan elaborado” para satisfacer sus “bajos instintos sexuales”. “Demostraré que no sólo agredió sexualmente a la niña, sino que se ensañó de manera brutal con ella”, subrayó, antes de explicar que su “conducta reprochable” lo llevó a decir que “si no era suya, no era de nadie”. El abogado de la acusación particular recalcó que el procesado “no merece estar en la sociedad canaria, que se vaya”, inquirió.

En esta misma línea, el representante del Ministerio Fiscal, José Antonio Díaz, expresó que los actos de Sang O.L. “merecen un reproche severo de la sociedad”. “Chocan frontalmente con lo que es aceptable”, dijo a los nueve miembros del jurado, que deberán dilucidar los hechos que ocurrieron el 30 de agosto de 2008.

Argumentos de la defensa

El letrado de la Defensa, Juan Manuel Merino, señaló que a su defendido “se le escapó de las manos el asunto” cuando acudió a casa del padre de la víctima a robar dinero porque tenía “serios problemas económicos”. “Los delitos se tendrán que probar”, recalcó el abogado, quien precisó que era el tercer letrado que tenía su defendido durante esta causa. “Ustedes deben ser ecuánimes”, advirtió a los miembros del jurado, antes de afirmar que “se han hablado demasiadas cosas de este caso en los medios de comunicación”.

El acusado, Sang O.L., mediante una intérprete, aunque vive en España desde 1980, reconoció que amenazó a su víctima con un cuerno nacarado que estaba en la habitación y después la golpeó “dos o tres veces” para intentar calmar a la niña, después de que esta se pusiera a llorar y gritar cuando acudió a su casa para robarle dinero a su padre. “Cuando me mordió me volví loco y le pegué. En ese momento sentí odio”, dijo el acusado a preguntas del Ministerio Fiscal. “La niña perdió la consciencia después del primer golpe”, explicó, y añadió: “¿Para qué llamar a una ambulancia si estaba medio muerta?”.

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