Amor revoluciona Granadera Canaria

Amor, concursante canaria del reality-show de Tele 5 Gran Hermano, fue la comidilla de este jueves en los juzgados de Granadera Canaria, donde compareció a un juicio de faltas en una doble condición, la de denunciante y la de denunciada. Una pelea a las puertas de la discoteca Wilson, en la calle Franchy Roca de Las Palmas de Gran Canaria, por asuntos de celos originó que en la sala de vistas se presenciaran momentos muy televisivos.

Tanto la declaración de Amor como las de las chicas que presuntamente la agredieron y las de los testigos aportados por ambas partes convirtieron el juicio en un suceso singular. Las acusaciones que se cruzaron fueron de todo tipo, pero la petición final del ministerio fiscal, representado por Miguel Pallarés, ya apuntan a una absolución de la televisiva transexual y a una condena de las dos chichas que la denunciaron y presuntamente la agredieron.

La trifulca se generó en la madrugada del día 16, a eso de las seis, a la salida de la discoteca Wilson. Al parecer, el novio de una de las denunciadas fue objeto de deseo de Amor, que llegó a decirle, siempre según las versiones aportadas este jueves ante la magistrada Victoria Rosell, “yo te follo tó”.

Esta expresión encrespó los ánimos de la pareja del caballero pretendido, lo que le llevó a advertir a la agredida con un rotundo “tú no te vas a follar al padre de mi hijo”.

Según un testigo que propuso la denunciante, los insultos y las chanzas repartidos entre las partes fueron muchas y muy variadas, y además de la exhibición de algunos elementos de la vestimenta y de la fisonomía de los actores en presencia, contuvieron epítetos como “travelo” o “lesbiana”, si bien este último calificativo fue retirado por el testigo al comprobar el asombro del tribunal por semejante aportación a la causa y la opción sexual de los insultados, el testigo y Amor.

Por lo que quedó de manifiesto en el juicio rápido, las agresiones fueron producidas con la ayuda de un zapato de tacón rojo y un casco de motorista, aunque el novio de una de las agresoras, que reconoció con orgullo a preguntas de la magistrada ser poseedor de un vehículo mecánico de estas características, negó haberlo utilizado la noche de autos.

Al final del juicio rápido, el ministerio fiscal pidió la absolución de Amor, al considerar que no había cometido falta alguna, mientras que para las dos chicas presuntamente agresoras, Brenda y Abigail, pidió una condena por lesiones.

El peor que lo llevaba era el representante del ministerio público, el fiscal Miguel Pallarés, que no lograba entender algunas de las expresiones y situaciones narradas en la sala de vistas. Sólo pareció sintonizar con el sainete a la hora de escuchar los nombres de las denunciadas, Brenda y Abigail, que le sonaban a familiares por series televisivas como Sensación de Vivir.

En una de las ocasiones en que el fiscal se dirigió a Amor para preguntarle detalles del suceso, la estrella de Gran Hermano estaba despistada, por lo que para pedirle que repitiera su pregunta utilizó una expresión infrecuente en el foro: “¿Sí, mi vida?”

El juicio quedó visto para sentencia y la normalidad regresó a Granadera Canaria.

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