El Burrero acoge un sondeo subacuático para delimitar el área arqueológica de los restos de una embarcación histórica

Un buzo durante la intervención realizada en el año 2008.

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

El Cabildo de Gran Canaria ha iniciado los trabajos de sondeo subacuático, de dos meses de duración, en la playa El Burrero (Ingenio) para delimitar el yacimiento arqueológico en donde se conservan, a escasos treinta metros de la orilla, los restos de una embarcación histórica.

Un comunicado del Cabildo destaca este viernes que desde que en 1962 la nave fuera descubierta por el buceador Tomás Cruz, ésta será la quinta ocasión en la que los especialistas desciendan hasta los cinco metros de profundidad en donde se localizan los restos de un “valioso testimonio de la historia naval y del patrimonio cultural subacuático de Gran Canaria”.

Así lo consideran los propios arqueólogos de la Consejería de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos, departamento que invertirá 18.000 euros en las distintas tareas que realizará un equipo de tres personas dirigido por el arqueólogo sevillano especializado en intervenciones subacuáticas, Josué Mata Mora.

Con ello se persigue documentar la procedencia y la fecha cronológica de la estructura de madera del navío localizado bajo las aguas de El Burrero (en 2008 su edad se encuadró de forma indeterminada entre los siglos XVI y XVIII), sino a levantar una planimetría en detalle y georeferenciada general de la distribución de los sondeos y de los restos de materiales arqueológicos.

Finalmente, a la propuesta de delimitación del yacimiento arqueológico se sumará la operación de cubrimiento de los restos con arena, una vez finalizada la intervención para su protección.

El Cabildo recuerda que este pecio figura en la carta arqueológica de Ingenio con el número de registro 11.032 y que fue el primer yacimiento subacuático de esta naturaleza excavado en Gran Canaria con un permiso administrativo.

Según los especialistas, posee características únicas en el archipiélago dado que de momento es el único pecio documentado de época moderna con restos de estructura de madera, un hecho que lo dota de unas características excepcionales tanto para el estudio de la historia naval durante el antiguo régimen como para la difusión de aspectos relacionados con dicha actividad, con el comercio, el transporte antiguo y el patrimonio cultural subacuático.

Pasado medio siglo desde su descubrimiento y tras cuatro intervenciones arqueológicas en 1962, 1968, 1994 y 2008, el Cabildo vuelve a insistir en los restos de la embarcación sumergida en El Burrero, uno de los sitios arqueológicos subacuáticos más interesantes de Gran Canaria.

Hasta la fecha se han extraído del buque una gran cantidad de materiales y fragmentos cerámicos, entre los que destacan dieciséis piezas de artillería naval de distintos calibres, quince de las cuales presentan actualmente un elevado estado de deterioro debido a la carencia de tratamientos de conservación que reciben en el museo particular Castillo de la Fortaleza El Hao, de Santa Lucía de Tirajana, en donde se exhiben.

Además de las piezas de artillería, de dimensiones y peso variado, se extrajo munición de hierro de distinto calibre.

En los sondeos realizados durante 2008 se comprobó la existencia de maderas estructuradas, lo que pone en evidencia la conservación de al menos parte de esta embarcación, que son de unos 7 metros de longitud por casi 2 metros de ancho y orientadas en la dirección en la que parecen dispuestos los cañones exhumados.

En principio y por la documentación gráfica, alguna de estas maderas podría corresponder a las tracas del forro que marcan el eje longitudinal de la nave, aunque habría que esperar a la realización de este nuevo estudio, que podrá aportar datos relevantes sobre las dimensiones definitivas de la embarcación.

De los 132 nuevos enclaves que el Cabildo ha incorporado a la Carta Arqueológica de la isla, dieciséis son de carácter subacuático, algo más del 10% del total y representa un área delimitada de 819 hectáreas.

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