Cae en Tenerife una banda que defraudó a Movistar más de un millón de euros
La Policía Nacional ha desarticulado en Santa Cruz de Tenerife una banda organizada de estafadores que, mediante la contratación fraudulenta de líneas de teléfono y recargas no autorizadas, presuntamente defraudó a Telefónica Móviles-Movistar una cantidad superior al millón de euros en un período de año y medio.
El cuerpo armado informó en un comunicado de prensa de que la operación fue llevada a cabo por policías pertenecientes al Grupo de Delitos Económicos y Tecnológicos, Sección de U.D.E.V., de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife. La operación, denominada Pambita II se desarrolló entre el 15 y el 22 de octubre del presente año y condujo a la detención de siete personas, todas mayores de edad, que constituían el núcleo duro de la banda. La mayoría de ellos eran miembros de una misma familia y naturales de Tenerife, si bien, en el entramado figuraba una ciudadana marroquí.
Los investigadores han determinado que el grupo utilizaba una intrincada red de colaboradores para delinquir, por lo que el dispositivo continúa abierto y no se descartan más detenciones en los próximos días.
El fraude, según la Policía, afectó a unos 25 establecimientos comerciales de la isla, todos distribuidores autorizados de Movistar, y a más de un centenar de particulares, si bien se sospecha que el número de perjudicados podría llegar a triplicar esa cifra.
La organización, dirigida por M.L.G.O., de 60 años y C.M.V.G., de 18 años, madre e hija, respectivamente, contaba con un reparto de tareas muy bien definido. Así, siguiendo instrucciones de las cabecillas, varios de los implicados se les encargaba obtener los códigos de trabajo por Internet de diversos distribuidores autorizados de Movistar, para así poder realizar un elevado número de altas, recargas, cambios de titularidad y migraciones telefónicas que se traduciría, a su vez, en la infinidad de perjudicados y en la cantidad indicada de dinero defraudado. Esto se habría producido con el concurso de un número aún no concretado de personas que realizaba las contrataciones, aparentemente legales, de las líneas telefónicas que iban a ser cambiadas de titularidad a cambio de una mínima parte de los beneficios.
Con esto, la banda lograba, presuntamente, disfrutar temporalmente de números de teléfono cuyos gastos asumían otros y, una vez finalizado dicho período, disponían de infinidad de terminales de última generación que vender en rastros y mercadillos a precios inferiores a los de mercado. De dirigir esta última fase de su modus operandi se encargaría, supuestamente, M.L.G.O, quien tenía un número de clientes fijo que le compraba dichos teléfonos con total conocimiento de su ilícita procedencia.
Resultados
Hasta el momento únicamente se ha detenido al principal de dichos receptadores, el cual tenía abierto un canal de distribución de los referidos teléfonos entre Canarias y la Península, mayoritariamente entre la población inmigrante.
El arresto de las dos cabecillas tuvo lugar en su domicilio de la capital tinerfeña minutos antes de que agentes de Policía Judicial procedieran al registro del inmueble. Durante el mismo, los funcionarios se incautaron de un ordenador y diverso material informático, así como de una libreta en la que se detallaba, a modo de burda contabilidad, la operativa de la banda, los medios que empleaba, y muchas de las personas que se beneficiaban de sus ilícitas actividades.
Tramitadas las correspondientes diligencias policiales, los detenidos fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial competente, la que ordenó el ingreso en prisión de la madre y la hija que presuntamente lideraban el grupo.