La caída del Atlante II dejó unos 15.000 documentos sin tramitar
El Atlante II, el programa informático instalado progresivamente desde hace dos años por la Consejería de Presidencia, Justicia y Seguridad en todos los órganos judiciales de Canarias, “ha supuesto una millonada en horas de trabajo perdidas”, afirma Mary Pita, representante del sindicato Cobas en los juzgados de Las Palmas de Gran Canaria.
Sólo el bloqueo de tres horas de este lunes, que afectó a todos los órganos judiciales de las siete islas, ha podido suponer que se dejarán de incorporar a los ficheros informáticos unos 15.000 documentos.
La caída del Atlante II este lunes se debió, según la Consejería de Presidencia, a una caída de todo el sistema de telecomunicaciones del Gobierno de Canarias. “No fue un problema del programa Atlante, sino que afectó tanto a Justicia como a la Consejería de Educación, de Bienestar Social? afectó a toda la red, y aún hoy (martes) no funciona bien del todo”.
No es la primera caída importante del Atlante II que colapsa la Justicia en las Islas. El pasado 7 de octubre hubo otra, y las caídas intermitentes son cotidianas. “De buenas a primeras se bloquea, y o se espera, con la suerte de que todo lo escrito no se pierda, o hay que reiniciarlo, lo que supone empezar de nuevo con el trabajo que ya estaba hecho”, afirma Gregorio Pérez Sosa, presidente de la Junta de Personal en Santa Cruz de Tenerife.
Las plantillas no se ajustan a los procedimientos, no se permite incluir más que el nombre de un magistrado, lo que afecta a los tribunales. Tampoco se han adaptado las plantillas a las últimas modificaciones de la Ley de Enjuiciamiento Civil ni las de los procesos monitorios, no admite modificaciones. “Para ello, hay que enviar un escrito al Cibercentro de cada provincia para que allí se hagan cargo”, prosigue Pérez Sosa, quien da cuenta de “los numerosos trucos que nos tenemos que inventar para engañar al sistema, como cambiar la fecha”.
También es cotidiano que un documento se pierda justo cuando se ordena que sea guardado, o que no permita imprimirlo.
El truco más usado no es tal. Incluso los secretarios judiciales y los magistrados usan un documento Word que después cortan y pegan a la plantilla de Atlante. “Es la única forma de estar segura de que todo lo escrito no se pierde”, afirma una secretaria judicial de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.