Si Canarias aplicase la Ley de Zoos tendría que cerrar dos parques
Las organizaciones de protección de animales Anda, Born Free Foundation y Depana presentaron este jueves un estudio en el que se refleja que si el Ejecutivo canario aplicase la Ley de Zoos, lo que aún no se ha hecho en las Islas, dos zoológicos insulares deberían cerrar por sus condiciones.
El coordinador de la Asociación Nacional para la Defensa de los Animales (Anda) en Madrid, Alberto Díez, expresó en rueda de prensa que el que se cierre un zoológico es competencia del Gobierno regional y no supone “ningún problema”.
Recordó que ya en el territorio nacional se han cerrado 10 zoos en comunidades como Extremadura o Baleares, puesto que no contaban con los parámetros exigidos por la legislación en este ámbito, aprobada por el Ministerio de Medio Ambiente en 2003.
Canarias, apuntó Díez, es una de las comunidades autónomas que “aún no han implantado esta legislación”, que es necesaria y más cuando las islas cuentan con el 12% de parques zoológicos del territorio nacional
El estudio nace entre otras medidas para que el Ejecutivo conozca la realidad de los zoos en Canarias y comience a aplicar la ley, para lo cual tiene que acabar con el “limbo legal” que existe al tener competencias en la materia tanto la Consejería de Medio Ambiente como la de Agricultura.
La descoordinación entre ambas consejerías es una de las causas por la que aún no se ha puesto en práctica esta legislación en las Islas, indicó el representante de Anda.
Pero es necesario, señaló, que se resuelva este problema para que se inicien las inspecciones oficiales que permitan a los zoológicos canarios saber cuáles son las deficiencias legislativas que incumplen y así subsanarlas, y para imponer también un control más férreo a la hora de otorgar autorizaciones.
El estudio, explicó Díez, titulado La Salud de los Zoos aborda cuatro parámetros fundamentales de obligado cumplimiento que exige la legislación para que un zoológico pueda ser catalogado como tal, que son la conservación, la seguridad, la educación y la calidad ambiental.
En cuanto a la conservación, indicó el representante de Born Free, Daniel Turner, el estudio refleja que sólo el cuatro por ciento de los trece zoológicos que existen en Canarias participan en programas de cría de cautividad realizados por la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA).
El 28% de las especies que se encuentran en los parques canarios cuentan con programas oficiales de cría en cautividad y en torno al 25% de los animales evaluados se encuentran en peligro de extinción.
Asimismo, denunció el representante de Anda, la mayoría de los zoológicos “no ofrecen información a los visitantes sobre las especies, o bien es escasa”, de hecho ningún parque tiene carteles de todas las especies que lo habitan y sólo el 73% de los alojamientos dispone de carteles informativos de las especies que albergan.
Cuatro de los 13 parque canarios no informan ni de la mitad de las especies que tiene el zoo, y son muy pocos los carteles que hacen alusión a la participación del animal en programas de cría en cautividad, a su biología o al hábitat natural en el que se encuentran, información que exige la legislación.
La educación es quizás uno de los aspectos a los que menos atención se le dedica, en especial en Canarias, donde muchos centros no disponen de visitas guiadas -sólo seis de los trece zoológicos- o actividades educativas sobre la biología o el comportamiento de las especies.
La única actividad que promueven los zoos insulares, nueve de los trece analizados, es el espectáculo, “donde el animal es tratado como un mero payaso de circo”, añadió Díez, en la que no llega al 10% la información que se ofrece de la especie, lo que hace dudar “de que pueda ser catalogada como actividad educativa”.
Si se atiende a la calidad ambiental, explicó Turner, el 37% de los alojamientos analizados se encuentran por debajo del mínimo exigido, por lo que no se atiende a las necesidades biológicas del animal.
Además, en Canarias sobre todo es importante el estrés al que están sometidos los animales, ya que hay un mayor contacto directo del público con las especies que habitan el centro, lo que a su vez puede ser inseguro ya que el animal podría transmitir enfermedades a los visitantes y viceversa.
Lo que es peor, opinó el representante de Anda, diez de los trece zoológicos del Archipiélago fomentan el contacto del público con el animal, y añadió que en ninguno de los centros visitados se encontró “ningún cartel que indicase que estuviera prohibido tocar a los animales”.
El estudio, recordó Díez, se ha realizado en el Monoparque y el Jardín de las Aves en La Palma; Palmitos Park y Cocodrilo Park en Gran Canaria; Zoo Stella Canaris, La Lajita y Baku en Fuerteventura; Guinate Tropical Park en Lanzarote; Rancho de Texas, Águilas, Oasis del Valle, Monkey Park y Loro Parque en Tenerife.
El primer paso una vez elaborado el estudio de la salud de los zoos canarios, recalcó el representante de Anda, es que el Ejecutivo regional defina la legislación y lleve a cabo las inspecciones oficiales para luego contrastarla con “las nuestras y así buscar soluciones”.