El canario agredido en Argentina, fuera de peligro
El turista canario víctima de un atraco en Buenos Aires (Argentina) esta semana, Moisés Jesús G.R., continúa internado en Hospital Fiorito, en el barrio de Avellaneda, aunque los médicos aseguran que su evolución es favorable y se encuentra “fuera de peligro”. Su familia pasó varios días sin saber cuál era su paradero, hasta que gracias a una cadena de televisión del país pudo contactar con él.
Según ha explicado a ACN Press, Moisés trata de “sobreponerse” a la situación que vivió el pasado 3 de junio mientras se dirigía a pie al aeropuerto de Ezeiza, cuando tras internarse ?por desconocimiento- en una zona conflictiva de la capital argentina unos delincuentes comunes lo abordaron para robarle, dejándole malherido.
El joven de 30 años llegó al país para disfrutar de las fiestas del bicentenario, pero según relata, perdió el billete de vuelta a España y se quedo sin dinero. Acudió entonces al consulado español “donde me brindaron la oportunidad de llamar a mi familia”, explica, pero echó en falta “más ayuda y protección” tras advertirles del riesgo que suponía que no le permitieran dejar sus pertenencias en el edificio consular.
Moisés Jesús G.R. señala que tras este episodio se dedicó “a deambular por Buenos Aires, durmiendo en salas de espera de hospitales”, donde se sentía más resguardado.
Su familia le envió un billete para que volviera a España el 5 de junio. Sin dinero, decidió atravesar la capital e ir caminando al aeródromo de Ezeiza, pero durante su trayecto, fue atracado y golpeado.
El grancanario atravesó sin saberlo una zona muy conflictiva, conocidas como villa miseria, donde salieron a su paso varios ladrones que le sustrajeron todas sus pertenencias. Tras agredirle, según la versión de la víctima, lo dejaron tirado en un riachuelo, “desangrándose, desnudo, e inconsciente”.
“Me acecharon, me rajaron la pierna, la vena aorta y me tiraron a un riachuelo”, se lamenta Moisés, que reconoce que las pertenencias “son lo de menos, pero lo que me hicieron no tiene perdón de Dios”. Durante la agresión “me decían que me iban a enterrar y que me iban a quitar los tatuajes para que nadie me reconociera”.
Tras varios minutos retenido por los ladrones, la víctima les pidió que lo mataran “de un tiro por detrás o en el corazón porque estaba sufriendo mucho, que me mataran, así no sufría”. Tras marcharse los delincuentes de la zona, unos bomberos lo rescataron y lo llevaron al hospital, donde despertó.
“Al verme rodeado de viejillos, pensaba que estaba en un manicomio, quise escapar y me amarraron a la cama, no me fiaba de los enfermeros. Creía que eran los que me atracaron, me dio un ataque de ansiedad”, relata.
Asimismo aclara que antes de este episodio “no había tenido ningún problema en Buenos Aires”, pero según él mismo reconoce “me crucé con cuatro chorizos, que se creen que de esquina a esquina es la calle de ellos, y yo no sabía eso, que entrabas a un sitio y te regalaban, y yo con la maleta? que no soy de allí, me iban a matar aunque, no hiciera nada”. En estos momentos está pendiente de recuperarse para poder volver a Gran Canaria.
“Mi madre me dijo que los del consulado me van a ayudar”, afirma aliviado. De momento se va sintiendo mejor, gracias a la esperanza de reencontrarse con su familia y al apoyo de su compañero de habitación y la madre de éste, que le han dado algo de ropa y cariño.