CC niega en La Laguna un rastro a los gitanos
Esta vez no hubo empujones, ni desalojo de la sala a cargo de la Policía Local, como hace dos semanas. Esta vez el alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo (CC) sencillamente dijo que no había lugar a la creación de un rastro en esa ciudad porque no se había presentado un proyecto en condiciones.
No es asunto baladí. Hasta el portavoz del PP, Rafael Becerra, se fue de ese pleno enojado con que no se dejara hablar al colectivo gitano. Clavijo fue acusado de xenofobia y racismo por el PSC y por todo el grupo de vendedores que preside Rafael Heredia. Fue un no a la puesta en marcha de un mercadillo de venta ambulante, un día por semana, al que se oponen de lleno los pequeños comerciantes de La Laguna. Un “no” que este martes ha vuelto a ratificar el alcalde.
Hace dos semanas, a Rafael Heredia le negaron la palabra porque de las 105 firmas que recogió, un tercio no fueron aceptadas. En el pleno de este jueves, presentó cerca de 200, de las que fueron admitidas 179. Heredia defendió el hambre y necesidad de unas 300 familias que sin la venta ambulante no salen adelante.
“Es lo único que sabemos hacer”, expuso, y por eso pidió al alcalde de La Laguna “cualquier lugar” para crear un mercadillo de calzado y ropa. No son sólo gitanos. También hay otros colectivos que no saben qué hacer con su mercancía, como los senegaleses: “Somos 300 familias que queremos un sitio para buscarnos la vida”, incidió Heredia.
Este era uno de los puntos más calientes que se debían debatir en el pleno de La Laguna. Fernando Clavijo lo resumió en un no rotundo porque frente a esas 300 familias “hay 15.000 puestos de trabajo en el pequeño comercio a los que se debe escuchar”.
“Yo no voy a habilitar un espacio sin que me presenten un proyecto previo, qué tipo de mercadillo, sin escuchar a la asociación de empresarios y de vecinos, porque está en juego el derecho de 12.000 ciudadanos frente a sus 300 familias”.
Pese a que la propuesta del colectivo gitano era respaldada por el PSC y que el portavoz del PP, Rafael Becerra, instó a que se aplique la normativa que regula la venta ambulante, el alcalde dijo no, aunque añadió que “con buena voluntad este asunto ya estaría zanjado”.