Condenado a 6 años por agredir sexualmente a una noruega en Tías
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a Raúl Waldo D. P. como autor responsable de un delito de agresión sexual contra una ciudadana noruega en la localidad de Mácher, en el municipio lanzaroteño de Tías, a la pena de seis años de prisión y a pagar una multa de 18.000 euros en concepto de indemnización. En cambio, el ahora condenado no tendrá que responder al otro delito que le imputaba, detención ilegal.
Los hechos, según se relata en la sentencia, ocurrieron sobre las 2:00 horas del 4 de Marzo de 2007, cuando el acusado, mayor de edad y sin antecedentes penales, entabló una conversación con L.R., de nacionalidad noruega y que en esa fecha contaba con 19 años de edad. En el curso de ese diálogo, Raúl Waldo D. P. propuso a su interlocutora ir a buscar a sus amigas para dar un paseo, a lo que esta accedió, montándose voluntariamente en el turismo propiedad de aquél, un Opel Astra.
Según la sentencia, una vez iniciada la marcha L. se dio cuenta de que no iban en la dirección correcta para ir a buscar a sus amigas y dijo al acusado que se quería bajar, a lo que este respondió que sólo iban un instante a su casa a buscar una cosa. En ese momento, la denunciante empezó a tener miedo y a dudar de las intenciones del acusado.
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Más tarde, cuando llegaron al domicilio del acusado, en la localidad de Mácher, del municipio lanzaroteño de Tías, Raúl dijo a L. que entrara en la casa, a lo que esta se negó, ante lo cual el ahora condenado “se bajo del turismo, dio la vuelta y abrió la puerta del asiento del copiloto, donde estaba sentada L., se introdujo en el coche, se bajó los pantalones hasta las rodillas y le bajó los suyos a L., que eran elásticos”.
Según el relato probado, Raúl Waldo D. P. “comenzó a tocar a L. el pecho y los genitales, negándose ésta en todo momento, diciéndole que parara, logrando L. empujar al acusado fuera el turismo”. Tras ese primer incidente, el acusado, “que permanecía de pie fuera del vehículo, agarró fuertemente del pelo a L. e introdujo su pene en la boca de la joven, la cual pudo escaparse y salir del vehículo por la puerta del conductor”, precisa la resolución judicial, que concluye que la víctima “se subió con rapidez los pantalones y bajó unas escaleras que comunicaban con la piscina de la vivienda”.
Posteriormente, el acusado persiguió L.,“dándole alcance, y tirándola al suelo de la terraza y, colocándose encima de ella, le bajó de nuevo los pantalones elásticos y las bragas, la sujetó fuertemente de las muñecas y la penetró vaginalmente”, indica la sentencia en el apartado de hechos probados
La resolución concluye que “L. en todo momento gritaba pidiendo ayuda y le decía al acusado que parara, pudiendo, al darle patadas a este, escapar de nuevo hacia las escaleras por las que con anterioridad había bajado, no subiéndose en su totalidad los pantalones”.
Sin embargo, cuando la víctima intentaba subir por las escaleras, “Raúl la cogió por la cintura y, de nuevo, bajándole los pantalones, la penetró vaginalmente”. Ya después, “debido a la resistencia activa de L.”, acota la resolución, “esta logró zafarse de nuevo del acusado y se dirigió hacia el terreno colindante, saltando una valla, y escondiéndose tras unos arbustos, por lo que el acusado no pudo localizarla a pesar de que inicialmente también la persiguió”.
A consecuencia de la referida agresión L.sufrió varias lesiones, que van desde erosiones en la vagina y el brazo derecho; equimosis en el codo izquierdo, hematomas en la nalga y la pierna izquierdas, y un eritema en el muslo izquierdo.