Delegaciones de toda España viajan a Lanzarote para acompañar a Haidar y apoyarla en su huelga de hambre
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 25 (EUROPA PRESS)
Delegaciones de todas las comunidades autónomas de España viajan a Lanzarote para acompañar y apoyar la huelga de hambre de la activista Aminatou Haidar, conocida como la 'Gandhi saharaui', y como denuncia ante lo que consideran “el vergonzoso papel del Gobierno español, convertido en funcionario de fronteras marroquí”.
La Delegación de Andalucía, que llegará hoy, a las 13.00 horas (hora insular) al aeropuerto de Guacimeta (Lanzarote), estará compuesta, entre otros activistas y solidarios con el pueblo saharaui, por el vicepresidente tercero del Parlamento de Andalucía y Portavoz del Intergrupo Parlamentario “Paz en el Sahara”, Ignacio García Rodríguez, y la alcaldesa de Barrios (Cádiz), Ángeles Ariza Núñez.
Además de por el portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores y Secretario General del Sindicato de Obreros del Campo de Andalucía, Diego Cañamero Valle, y Francisco J. Guerrero Valle, responsable de Derechos Humanos de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara (CEAS-Sahara) y presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Solidarias con el Sahara (FANDAS-Sahara).
CEAS-Sahara informó de que los próximos días, delegaciones de otras comunidades autónomas, como Madrid (jueves 26), Comunidad Valenciana (viernes 27), Castilla La Mancha (sábado 28), Asturias (lunes 30), Galicia (martes 1 de diciembre) o Cataluña (miércoles 2) llegarán a Lanzarote para mostrar su apoyo y preocuparse por el estado de salud de la activista de Derechos Humanos.
Igualmente, otras delegaciones se han desplazado a El Aaiún (como la balear que estuvo los días 16 y 17 de noviembre y la aragonesa que se encuentra actualmente en los territorios ocupados del Sáhara Occidental), para comprobar 'in situ' la situación de “vulneración de los Derechos Humanos a la que son sometidos los defensores de derechos humanos y la población saharaui en general”.
“MORIRÉ EN EL AEROPUERTO”
CEAS está promoviendo la movilización social en un esfuerzo por “salvar la vida” de la defensora de Derechos Humanos Aminatou Haidar, que ayer declaró: “Moriré en el aeropuerto, quiero regresar a mi casa y no me movilizaré hasta conseguirlo. Si me tengo que quedar aquí puede que sea para siempre”.
Esta activista, reconocida por su lucha no violenta y varias veces premiada internacionalmente por defender el derecho a la libertad de expresión y el derecho a la autodeterminación de su pueblo, muestra “una determinación absoluta en su justa demanda que ya le está provocando serios problemas de salud y puede ocasionarle daños mayores”.
Según CEAS, “el Gobierno de España no oculta su complicidad con el Reino de Marruecos”. La organización añade que “aceptando de hecho la expulsión de Aminatou Haidar y permitiendo su entrada sin pasaporte en el aeropuerto de Lanzarote, está dándole cobertura logística a la ”guerra declarada“ por el monarca alauita Mohamed VI, contra quien ponga en cuestión la marroquinidad del Sahara Occidental (incluido aquellas personas o movimientos civiles e institucionales que apoyen la autodeterminación e independencia del Pueblo Saharaui), especialmente contra los saharauis defensores y defensoras de Derechos Humanos en el territorio del Sahara Occidental, ilegalmente ocupado por las tropas marroquíes”.
De este modo, el colectivo subraya que “el Gobierno de España debe ser denunciado ante las instancias correspondientes, incluidas las internacionales, por abuso de poder, retención contra su voluntad de persona extranjera, incumplimiento grave del Derecho Internacional Humanitario y por actuar en beneficio de otra potencia en un conflicto internacional sobre descolonización territorial”.
“El hecho de ofrecerle el estatus de refugiada, contra sus deseos de obtenerlo y teniendo en cuenta que posee un permiso de residencia en España por motivos humanitarios, no deja de ser una forma de retenerla en España (sin pasaporte no podría salir del territorio español) y evitar su presencia y su vida junto a los suyos, en el Sahara Occidental”, concluye CEAS.