“La situación es alarmante, hay mucha gente que no tiene ni para comer”
Más de la mitad de las personas inscritas en los servicios públicos de empleo de Canarias no cobra ningún tipo de prestación. Así lo corroboran los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social hechos públicos esta semana. Para Armando Suárez, presidente de la Asamblea de Parados de Gran Canaria “la situación es alarmante”. Explica que hay familias que continúan pasándolo muy mal en el Archipiélago y que este mismo miércoles contribuyó en un reparto de alimentos ya que, si no se dispone de ningún tipo de prestación, “es muy difícil subsistir”, puntualiza.
Suárez indica que, desde la Asamblea, siguen luchando para que las familias con pocos recursos puedan tener una vida digna. Entre sus propuestas, el presidente destaca la de promover un Plan Integral de Empleo o la recuperación de tierras para actividades de labranza, de las que se ocupen personas que estén en paro. También aboga por el derecho a una renta básica.
La paralización de los desahucios es otro de los retos de la Asamblea. El presidente manifiesta que en el año y medio que llevan organizados ya han conseguido paralizar los desahucios de las viviendas sociales en Canarias. Además, propone que se instaure un Plan Integral de Vivienda y que se recuperen instalaciones como la Casa del Niño, en el barrio de Zárate, ya que “está prácticamente desmantelada” y asegura que en ella podrían vivir hasta 300 familias que estén desahuciadas.
Para lograr estos objetivos, las cincuenta personas que forman parte de la Asamblea llevan a cabo reuniones periódicas con la Consejería de Empleo y la de Políticas Sociales, con el fin de trasladar sus preocupaciones y proyectos de mejora de la calidad de vida de las personas desempleadas.
Actualmente, un grupo de los integrantes de la Asociación trabaja en unas tierras que les han cedido en el barrio de Tinocas, en Arucas. Suárez apunta que una parte de lo cosechado lo emplean para subsistir, otro tanto lo venden para poder sufragar gastos que genera la actividad de la agricultura y una tercera parte lo destinan al reparto entre personas que lo puedan necesitar.