Uno de cada cuatro españoles conduce por debajo de sus facultades visuales, según el RACC
MADRID, 02 (EUROPA PRESS)
Uno de cada cuatro españoles, o lo que es lo mismo, seis millones de personas en España, conduce por debajo de sus facultades visuales, lo que pone de manifiesto que la salud visual de los conductores es “deficiente” y que se hace “imprescindible” un mayor rigor en las pruebas de aptitud psicofísicas para la obtención del permiso de circulación.
Estas son las conclusiones a las que ha llegado el estudio sobre la visión de los conductores españoles realizado por la asociación Visión y Vida, bajo la coordinación de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y con la participación del RACC, que ha sido presentado este miércoles en Madrid.
El análisis, basado en las respuestas de 1.027 conductores de diversas edades, refleja que el 4 por ciento de la muestra posee un valor de agudeza visual binocular inferior al 0,5 por ciento, que es el límite que establece la ley para obtener o renovar el permiso de conducir.
“Esto significa que un millones de españoles están conduciendo sin cumplir los requisitos que marca la norma”, ha puntualizado el responsable de Seguridad Vial del RACC, Luis Puerto.
Asimismo, el estudio destaca que el 58,4 por ciento de los conductores analizados lleva gafas o lentes de contacto con una graduación “inadecuada”, pues posee una agudeza visual en visión de lejos igual o inferior a 0,8 por ciento (siendo lo normal en torno al 1 por ciento) un dato que los expertos consideran “preocupante”.
Según ha explicado, durante la presentación, la profesora de la UPC y coordinadora del trabajo, Aurora Torrents, para su realización se han tenido en cuenta seis factores que influyen de forma determinante en la salud visual de los conductores: la agudeza visual en visión de lejos, el campo visual binocular, el deslumbramiento, la sensibilidad al contraste, la percepción cromática y la estereoagudeza.
“Estas seis capacidades visuales intervienen en todo momento a la hora de conducir y, si son deficientes, pueden provocar problemas para reconocer las señales de tráfico, confundir unas con otras, no visualizar a los peatones o no distinguir los colores de los semáforos, entre otros muchos”, ha subrayado la experta.
MÁS DE 1 MILLÓN TIENE UN CAMPO VISUAL REDUCIDO
En lo que respecta a la amplitud del campo visual, el estudio refleja que más de un millón de españoles obtiene una extensión inferior a 85 grados, la mayoría de ellos personas mayores de 65 años. “La edad está muy relacionada con la pérdida de campo visual asociada al DMAE y al glaucoma y, en estos casos, se pierde visión periférica para visualizar a los peatones o los cruces”, añade Torrents.
Además, el 75 por ciento de los mayores sufre deslumbramiento, lo que dificulta mucho su capacidad para conducir de noche. También, este sector de la población es el más afectado por las anomalías cromáticas, especialmente el daltonismo, una deficiencia que afecta al 37 por ciento de los mayores de 35 años y, en mayor medida, a los hombres.
EL 6% DE LOS CONDUCTORES NO DISTINGUE EL COLOR DE LOS SEMÁFOROS
Si se extrapola al conjunto de la sociedad, el análisis demuestra que el 6 por ciento de los hombres conductores son daltónicos. “El principal problema que surge de esta anomalía es la incapacidad de distinguir el color de los semáforos, algo que, durante el día, salvan aprendiéndose el orden de las luces, pero que, por la noche, cuando en la distancia no se ve la totalidad del semáforo, es imposible de distinguir”, advierte la coordinadora del estudio.
A la luz de los datos recabados, la asociación Visión y Vida y el RACC reclaman al Estado modificaciones en el contenido de los exámenes visuales para la obtención o la renovación del permiso, añadiendo pruebas como la medición de la sensibilidad al contraste o la estereoagudeza, que ahora mismo no se contemplan. Del mismo modo, piden facilitar a los centros una correcta formación profesional y la tecnología adecuada para aplicar estas mejoras.