El fracaso escolar se lleva el 60% del gasto público en educación
MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El coste del fracaso escolar supone hasta un 60% del gasto directo del sector público en el sistema educativo y reduce entre 2 y 4,5 puntos porcentuales la rentabilidad privada de la educación no obligatoria (secundaria y los estudios de grado universitario), según el informe 'La rentabilidad privada y fiscal de la educación en España' del Observatorio sobre Capital Humano en España de BBVA Research.
El informe, elaborado por el científico titular del Instituto de Análisis Económico del CSIC Ángel de la Fuente, muestra el “enorme” impacto del fracaso escolar sobre los rendimientos privados y fiscales de la educación. En este sentido, De la Fuente ha señalado que “estos datos ponen de manifiesto la magnitud del problema en España”. “Dependiendo del ciclo educativo, las repeticiones de curso y el abandono prematuro en educación sin haber completado el ciclo educativo supone aumentar entre un 30% y un 63% el numero de años que lleva aprobar un curso académico”, ha apuntado.
Asimismo, ha precisado que “para aprobar un curso se necesitan entre 1,3 y 1,6 años de trabajo, lo que provoca un efecto dramático sobre la rentabilidad de la educación”. “Si consideramos la rentabilidad de la educación para un estudiante bueno o que no repita, la rentabilidad de la educación para este individuo es mucho mayor que la rentabilidad media de la educación que se calcula con las tasas medias de fracaso”, ha indicado.
Ante estos datos, De la Fuente considera necesario “acabar con el fracaso escolar para conseguir un efecto positivo en el aumento de la rentabilidad”. En este sentido, ha razonado que “si se hubieran dado niveles educativos más altos y menores tasas de fracaso escolar en España, seguramente el impacto de la crisis hubiera sido menor, especialmente en términos del impacto sobre el empleo”.
Además, el informe valora la fracción del gasto directo del sector público que se recupera a través de las ganancias inducidas en ingresos fiscales netos. Así, De la Fuente ha explicado que suponiendo que el Estado gasta 100 euros en una plaza escolar en primera instancia, recuperará a través de los flujos inducidos de impuestos, incluso con los niveles de fracaso que tiene España, del orden de un 30% del coste de una plaza en secundaria, más del 90% del coste de una plaza universitaria de primer ciclo y más de la mitad del coste de una plaza de segundo ciclo.
“Buena parte del gasto inicial se recupera y esto sería todavía mucho mas cierto si no tuviéramos las tasas de fracaso escolar que tenemos --ha precisado--. De echo, si no hubiera fracaso escolar la universidad sería un excelente negocio para el sector publico español, puesto que después volvería más dinero a través de mayores impuestos de lo que cuesta la plaza escolar”.
BENEFICIOS DE LA EDUCACIÓN
Por otro lado, los resultados de este informe reflejan que “la mayor parte de los ciclos de la enseñanza no obligatoria ofrecen rentabilidades atractivas para los alumnos, además de generar sustanciosos ingresos tributarios a lo largo de la vida laboral del individuo”. En este sentido, señala que a nivel fiscal, un año más de permanencia en el sistema educativo reduce los ingresos tributarios corrientes, aumenta el gasto público y reduce las prestaciones por desempleo, puesto que la probabilidad de estar desempleado en el futuro disminuye a medida que aumenta el nivele educativo.
Por su parte, el economista jefe de 'Economías Desarrolladas de BBVA Research', Rafael Domenech, que también ha participado en la presentación de este informe, ha valorado negativamente el hecho de que los estudiantes españoles desconozcan todos los incentivos económicos que tiene un año adicional de educación en los distintos ciclos.
“Lamentablemente los jóvenes no conocen cuál es la tasa interna de rentabilidad, cuál es el valor actual neto, cuánto aumenta el salario por un año mas de educación, cuánto cae la probabilidad de estar desempleado --ha señalado--. Estos datos deberían formar parte del currículum educativo y se debería insistir mucho para que se internalizaran todos estos incentivos y se pusiera en valor lo que es acabar los estudios con un año adicional”.