Hábitos saludables contra trastornos del sueño
Especialistas del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC) han recomendado es mantener unos hábitos de vida saludable y adoptar una serie de pautas para dormir con el fin de minimizar los efectos de los trastornos respiratorios del sueño.
En una nota del centro hospitalario, recuerda que el insomnio y la excesiva somnolencia diurna son provocados, mayoritariamente, por el Síndrome de Apnea Hipopnea del Sueño (SAHS), una patología que se caracteriza por pausas respiratorias recurrentes durante el descanso nocturno, con una duración superior a 10 segundos y un mínimo de 5 ó 10 episodios por hora.
Según los médicos, si durante las horas de descanso nocturno se ronca o se entrecortan ronquidos, se registran despertares con sensación de ahogo y durante el día se duerme con facilidad -incluso hablando o comiendo- o se ha tenido algún accidente por este motivo, los especialistas recomiendan ir a consulta.
Esto se debe, aseguran,a que probablemente estos síntomas indiquen que se padece el SAHS, patología que causa fatiga y, si no es tratada adecuadamente, “merma la calidad de vida de quienes lo padecen”, afirman.
Alicia Pérez, neumóloga responsable del área respiratoria de la Unidad del Sueño de La Candelaria, afirma en el comunicado que los síntomas nocturnos más evidentes son los ronquidos, sudoración, despertares con sensación de asfixia y durante el día, sueño excesivo en horario laboral, cansancio crónico, dolor de cabeza, irritabilidad, situaciones de depresión y disminución del apetito sexual.
En su opinión, los pacientes que llegan al hospital en busca de un estudio más detallado de su caso provienen de diferentes especialidades médicas, así como desde atención primaria.
La apnea del sueño está relacionada con la presencia de enfermedades cardiovasculares, y también con la posibilidad de sufrir accidentes laborales y de tráfico.
Si bien la obesidad es el principal factor de riesgo para padecer SAHS, existen otros elementos determinantes para padecerlo como la hipertrofia amigdalar (fundamentalmente en niños) o alteraciones craneofaciales.
El centro hospitalario asegura que también es influyente el género de la persona, el consumo de tabaco y alcohol, así como dormir boca arriba.
Los especialistas recuerdan la importancia de llevar unos hábitos de vida saludables como no fumar, perder peso en caso de obesidad, evitar la ingesta de alcohol durante la noche y dormir de lado.
Con ello, se pueden evitar consecuencias fatales como la hipertensión, la diabetes o enfermedades cardiovasculares desde el punto de vista médico, además de accidentes laborales o de tráfico, provocados por la fatiga y la somnolencia diurna.
A la hora de tratar esta enfermedad, existen pacientes que requieren de dispositivos que favorezcan un mayor flujo de aire y oxígeno mientras duermen para impedir que las vías aéreas se cierren durante las horas de sueño.
Estos instrumentos, denominados CPAP, son mascarillas nasales que se colocan a la hora de dormir y actúan como soporte ventilatorio complementario, explica la nota, que destaca que, aunque pueda resultar incómodo al principio, el paciente se acaba acostumbrando.
Pérez asegura que “la adherencia y el compromiso del paciente para llevar a cabo este tratamiento” son imprescindibles para garantizar su eficacia.
Entre un 4-6% de hombres y un 2-4% de mujeres sufren trastornos respiratorios relacionados mientras duerme, y el HUNSC atiende cada año entre 900 y 1.000 pacientes nuevos en la Unidad del Sueño.