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Haidar reconoce sentirse “muy débil, muy débil”

ARRECIFE (LANZAROTE), 15 (EUROPA PRESS)

La activista saharaui Aminetu Haidar reconoció este martes que se siente “muy débil, muy débil” cuando paseaba por los aparcamientos de guaguas del aeropuerto de Lanzarote tras 30 días en huelga de hambre para reivindicar regresar a El Aaiún.

Haidar con un hilo de voz --y visiblemente más delgada desde que comenzara su protesta, según quienes la han seguido en estos días-- respondió a los medios de comunicación ante la pregunta de cómo se sentía con estas cuatro palabras tras haberse detenido un rato a pocos metros de los periodistas en actitud reflexiva y de meditación.

El frío anochecer no impidió que la defensora de los derechos humanos quisiera respirar el aire de la tarde acompañada de numerosos saharauis y cercada por cámaras y periodistas, que querían conocer cómo se sentía tras 30 días pidiendo --mediante una huelga de hambre-- volver a su casa y con su familia.

Haidar cumplió este martes 30 días de huelga de hambre sin que gobiernos, organizaciones no gubernamentales o población hayan llegado a una solución o fórmula para que vuelva a El Sáhara Occidental.

“VIVA O MUERTA”

El 14 de noviembre, según ella ha contado y denunciado siempre que ha podido hablar, decidió iniciar su particular guerra denunciando que había sido expulsada por el Gobierno de Marruecos, que España había sido cómplice y que quería volver a su casa “viva o muerta”.

El Gobierno de España le ha ofrecido permiso de residencia y nacionalidad, pero nunca una 'llave' para llegar hasta su casa en El Aaiún; el cónsul de Marruecos en Canarias ha dicho en todo este tiempo que ha de pedir perdón para expedirle un nuevo pasaporte retirado en el aeropuerto marroquí por la policía. Sin embargo, no han explicado qué ha hecho mal; ni cuál es su delito.

Haidar volvía desde Nueva York, tras recibir un premio por su labor en la defensa de los Derechos Humanos como activista y reclamando la liberación de los pueblos ocupados del Sáhara Occidental, pero a su llegada al aeropuerto le fue retirado el pasaporte, retenida y tras varias horas embarcada de nuevo para llegar a Guacimeta.

Desde entonces, y de la única manera que cree que puede luchar para volver con sus hijos, mantiene una huelga de hambre. Su postura ha sido seguida, no secundada, por actores, políticos o saharauis que se han ido acercando hasta el aeropuerto. La plataforma de apoyo 'Todos somos Aminetu' se ha convertido en verdadero promotor para evitar que esta causa así como la situación del Sáhara Occidental vuelva a quedar en el olvido como en los últimos 35 años.

En este tiempo ha recibido la carta de sus hijos quienes aseguran entender su paso, aunque no dejan de reclamar a quienes quieran escucharlo que hagan algo para que su madre pueda regresar. Ella también les ha escrito.

Este lunes Haidar se pesó, un hecho polémico porque frente a los que hablan de 57 kilos, los hay que hablan de una cifra errónea y que no tiene nada que ver. No obstante, ya no camina sola, le cuesta hablar y sufre fotofobia. No obstante por las noches y cuando los medios de comunicación se han ido sigue saliendo a tomar el aire de Lanzarote con la esperanza de volver.

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