Huerta alega ''problemas personales'' para justificar su retraso en las sentencias
Problemas personales que no ha querido especificar. Eso es lo que ha alegado este lunes en su defensa la juez sustituta Pilar Huerta Sánchez, que entre 2009 y 2010 ejerció en el juzgado de lo Social 1 de Santa Cruz de Tenerife hasta que una juez de carrera ocupó la plaza. Además de problemas personales “totalmente justificados”, tampoco considera que el retraso de año y medio en dictar las sentencias sea “tan extraño ni tan grave”.
Pilar Huerta Sánchez estaba citada en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), en su sede de Las Palmas de Gran Canaria, a las 12.00 horas. Primero declaró en Fiscalía por el proceso penal que se le ha abierto por el Consejo General del Poder Judicial por una posible infidelidad como funcionario en la custodia de documentos, penado entre 1 y 4 años de cárcel, y después lo hizo ante el magistrado que instruye su expediente disciplinario, Jaime Borrás Moya, por el retraso en el dictado de las sentencias.
Pilar Huerta no se dejó fotografiar. Entró y salió por los garajes, ante la abundante presencia de medios informativos en la entrada principal. Quien sí lo hizo fue su abogada Sandra Barreda, quien adelantó que va a dedicar todos sus esfuerzos a que la causa penal sea sobreseída y el expediente disciplinario, archivado.
“El retraso no es tal retraso y está justificado”
“Un año y tres meses en un juzgado como los de Santa Cruz no es tanto retraso. En cualquier caso, ella tiene sus causas y sus motivos que se han aportado mediante pruebas, y el procedimiento continúa, no hay más. Esto no ha hecho más que empezar”, afirmó Barreda.
La abogada no supo o no quiso aclarar cuántos expedientes tiene la juez en su casa desde marzo den 2010 dejó su puesto en Social 1, aunque la mayoría de las causas cuyas sentencias se reclaman, en torno a un centenar, ya los había enjuiciado entre septiembre y diciembre de 2009.
Barreda tampoco aclaró si, en efecto, Huerta Sánchez tiene tal cantidad de expedientes en su poder. La juez sustituta, en una entrevista con CANARIAS AHORA el pasado martes, admitió que tenía “algunos”, pero que el grueso de los casos seguía en el juzgado, lo que niega su actual titular, Victoria Rubio, que, en septiembre pasado, fue la primera en quejarse al TSJC de “las irregularidades” cometidas supuestamente por Huerta.
“No hay quien justifique más de un año en poner una sentencia”
Frente a las palabras de Sandra Barreda, tanto el Tribunal Superior de Justicia de Canarias como los diferentes bufetes de abogados que se han quejado de la falta de profesionalidad y responsabilidad de la juez, consideran que no hay justificación alguna para tardar más de un año en poner una sentencia, una vez celebrada la vista oral.
Fuentes jurídicas consultadas, además de los abogados afectados, insisten en que la tramitación de un procedimiento tanto en lo Social, como Penal, como en la jurisdicción civil o de lo Contencioso, si puede dilatarse años, pero una vez celebrada la vista oral, la sentencia no puede esperar más de un mes. En lo Social, en teoría, no pueden excederse los cinco días.
Hoy por hoy, Pilar Huerta sigue vinculada como juez al Poder Judicial. El pasado 21 de marzo, la Sala de Gobierno del TSJC reclamó al Consejo la suspensión de la juez, lo que volvió a reiterar el pasado viernes.
Por su parte, los abogados denunciantes reclaman que esa suspensión sea efectiva cuanto antes para que se pueda nombrar así un juzgado de refuerzo que vuelva a enjuiciar las causas que Huerta tiene pendientes.