Huerto con vistas al futuro
Gracias a Cáritas, a la Iglesia de San Miguel, a la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias y sobre todo a la ferretería La Cantera que cedió los terrenos, hoy once familias sin recursos de Valsequillo pueden llevarse a la boca algo cultivado por ellos mismos.
Todas esas personas han cambiado la visita diaria a Cáritas por visitas a sus huertos. La tierra, agradecida, les regala sus frutos a una velocidad inusual. Comenzaron a cultivar en noviembre y ayer ya recogían sus primeros cultivos.
Jorge Hernández, cura párroco de Valsequillo nos cuenta que es un trabajo en equipo,“ el agua la proporcionan la parroquia y la Comunidad de Regantes. Cáritas proporciona las semillas y los enseres y la Consejería de Educación la formación”. Además, cuentan con un contenedor donado por varias empresas del muelle donde pueden guardan sus cosas.
Ingenieros agrícolas introducen a las familias en el arte del cultivo ecológico. “Le hemos cedido parte del terreno y ellos a nosotros el conocimiento”, cuenta Jorge Hernández. “Nos echamos una mano mutuamente”, dice orgulloso.
El objetivo es claro: que la gente entienda que la subsistencia la pueden conseguir ellos mismos. “Habiendo terrenos podemos hacer que la gente pueda sentir que no va a Cáritas a pedir, que Cáritas lo que intenta es devolverles su dignidad”, asegura Hernández.
Sus gestores miran más allá, “No queremos quedarnos en esto, tenemos un planteamiento de futuro”. Cómo darle continuidad al proyecto es lo que más les ocupa ahora.
Todo está funcionando a la perfección. Aseguran que todo Valsequillo ha colaborado y que han logrado hacer un cambio de mentalidad. “Cáritas no es el sitio donde la gente va a pedir una bolsa y sale avergonzado, Cáritas es un lugar donde te ofrecemos medios para que tú puedas subsistir y después si te faltan cosas te echamos una mano”, afirma Hernández.
Un lugar donde compartir
Las personas que trabajan en el huerto comparten algo más que horas labrando la tierra. Comparten conocimientos, y desde ayer, también verduras.
Trabajan para crear un área de convivencia donde poder charlar y merendar junto a sus cultivos.