Un ''fallo humano'' pudo provocar el accidente de los F-18 de Gando

El general jefe del Mando Aéreo de Canarias, Manuel Mestre, ha apuntado a un posible “fallo humano” como causa del accidente que este martes tuvo lugar entre dos aviones F-18 de la Base Aérea de Gando (Gran Canaria) y ha esperado que el informe sobre la colisión esté listo “en breve”.

“Con todas las comillas posibles, las causas del accidente seguramente serán humanas. Cuando dos aviones chocan en el aire parece lógico pensar que no es causa del avión sino causa humana”, aseguró Mestre en declaraciones a CanariasRadio la Autonómica, según informa la emisora en un comunicado.

De esta manera, el general explicó que el ejercicio de los F-18, realizado en una zona de exclusión aérea para el tráfico civil, se desarrolló entre 50 y 60 millas al sur de Gran Canaria.

“Las plataformas aéreas --añadió-- y otro tipo de plataformas terrestres disponen de unos sistemas electrónicos que en teoría el enemigo tiene medio de perturbar. En los aviones, estos sistemas son básicamente radares y de comunicaciones. Estas perturbaciones se hacen a través de emisiones radioeléctricas que se producen a través de otros aviones que están en el mismo espacio aéreo. El piloto debe estar entrenado para conocer cómo reaccionan sus equipos a estas perturbaciones para superarlas y cumplir con su misión”.

Aquí, indicó que fue durante uno de estos ejercicios de guerra electrónica cuando se produjo el choque de los dos aviones. En este ejercicio participan, además de los aviones basados en Gando, aparatos del Ala 15 con base en Torrejón, también F-18, y aparatos 'Eurofighter' del Ala 11, basado en Morón de la Frontera.

Espera que el informe esté listo ''en breve''

Por su parte, el general esperó que el informe de la comisión de investigación esté listo “en breve” e hizo especial hincapié en la importancia del mismo, que servirá para dilucidar las causas, “y lo que es más importante, para extraer enseñanzas con el objeto de que no vuelvan a repetir este tipo de accidentes”.

Mestre explicó que, tras ser catapultados los pilotos por un sistema pirotécnico, se despliega el paracaídas que deposita al aviador y su asiento sobre el agua. “El piloto --continuó-- tiene un kit de supervivencia que se despliega antes de llegar al agua. Este kit cuenta con una pequeña balsa salvavidas, con una baliza para su localización, un tinte para el agua y otros instrumentos de radio y localización que facilita su detección. En este caso estuvieron menos de 20 minutos en el agua hasta que fueron recuperados por el helicóptero del Servicio Aéreo del Rescate”.

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