Lágrimas de purpurina para despedir al Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria
Las Palmas de Gran Canaria ha puesto este domingo el broche a 24 días de carnaval, con una jornada de duelo y fiesta a partes iguales, en la que los carnavaleros han llorado por la pérdida de la sardina, que ha sido enterrada hoy entre los llantos de las mascaritas.
El luto ha sido el atuendo elegido por la comitiva de despedida del carnaval capitalino, que ha partido entre llantos desde la calle León y Castillo a la altura del Pueblo Canario en su recorrido hacia la playa de Las Canteras.
En este último adiós a la sardina, las calles de la ciudad se han vuelto a llenar de miles de carnavaleros, volviendo a adueñarse de Las Palmas de Gran Canaria en el cierre de las fiestas.
El que el icono de la fiesta ha estado acompañado de un amplio cortejo de plañideras, así como por personajes del carnaval y los grupos ganadores de esta edición, dedicada a la magia y las criaturas fantásticas.
La comitiva comenzaba a andar a las 19.00 horas, con la noche cayendo sobre la capital grancanaria y el ritmo y los timbales de la batucada Samba Isleña como apertura del desfile.
A la energía de los pasos de baile del grupo le siguieron la “afilarmónica” Los Nietos de Kika y diez componentes de las murgas Despistadas, Los twittys y Los nietos de Sary Mánchez, representantes de los grupos ganadores, que han acudido con su vestuario a dar el pésame al Carnaval.
Los componentes de la murga los Serenquenquenes han vuelto hoy a las calles para llorar a la sardina, como campeones del Primer Premio de Interpretación, título que se les otorgó hace solo unos días en la mansión encantada del parque Santa Catalina, una obra de XHoXB que hoy también echa el cierre.
Los mismos artífices de llevar la magia al céntrico parque han sido los decoradores de la carroza de la sardina, que ha recorrido por última vez la ciudad haciendo gala de un estilo victoriano y de estética “steampunk”, con telas adamascadas y una gama cromática en oros, borgoñas, azules y violetas.
Con sus mejores galas, la sardina ha paseado junto a sus fieles seguidores, envuelta en la purpurina que la ha hecho brillar sobre una plataforma de 12,5 metros de larga y 2,5 de ancha, que portará el carnavalero féretro de 6,10 de largo y 2,60 de alto.
Tambores, mucho ritmo y el brillo y creatividad que rodea al carnaval ha paseado por la calle Presidente Alvear, parque Santa Catalina, calle Albareda y calle Gran Canaria, marcando sus andares por bandas de música y por la carroza anunciadora, además de la ganadora del concurso celebrado ayer, los Girasoles Carroceros.
Durante el recorrido, plañideras y mascaritas se han ido uniendo al séquito que ha acompañado a la sardina hasta Las Canteras, lugar donde ha sido devuelta a la marea entre fuegos artificiales y una gran quema.
Con una mezcla de nostalgia y fiesta, el Carnaval ha puesto su punto final en la orilla de la playa capitalina, despidiendo a las fiestas más populares de Las Palmas de Gran Canaria, que a partir de mañana arrancará con su cuenta atrás para la edición de 2019.
Lágrimas de purpurina y voladores de colores han inundado el entorno de la playa, en un adiós por todo lo alto al desafortunado y querido pez hasta el año que viene, con un funeral en la calle, esencia y corazón de la fiesta.