La lluvia no puede con la tradición
La lluvia no ha podido con la tradición. Aunque el día de Todos los Santos ha estado pasado por agua, por lo que los vivos se lo han pensado dos veces a la hora de rendir culto a los muertos. En concreto, La Policía Local asegura que nota una “ligera” bajada del número de personas en el cementerio de San Lázaro. Justo aquí se esperaban un total de 40.000 personas, aunque a mediodía de este sábado sólo se habían acercado 15.000 familiares. En cualquier caso, pese al desánimo por la lluvia, los floristas no han visto perjudicados sus intereses.
Los comerciantes de flores preveían una bajada en la venta del género, por lo que habían hecho acopio de un 30% menos de mercancía. Sin embargo, varios puestos han tenido que volver a realizar pedidos, porque la venta “no va mal”. María Fernanda Ponce, encargada de las flores del puesto de Canaricem en San Lázaro, asegura que la jornada se desarrolló mejor de lo que había pensado, a pesar de que las flores “marcan unos precios altos”. “La crisis no se nota”, subraya.
Está claro que el pesimismo inicial, salvaguarda de las expectativas ilusionantes, ha sido la receta perfecta para mantener el optimismo en el sector. Ponce explica que los resultados se contabilizarán al final del día, pero a ojo considera que el balance es “positivo”, como Iban Ramos, vendedor del puesto número siete. Él había vendido a las 12:00 horas prácticamente todos los ramos de crisantemos, las flores más tradicionales y solicitadas para recordar a las almas. Precisamente Canaricem pidió para este día un total de 2.000 ramos de crisantemos.
El agua sólo ha perjudicado a los más tradicionalistas que no conciben esta celebración en otro día que no sea el 1 de noviembre. Los vendedores de flores de los puestos fijos de los cementerios de Las Palmas de Gran Canaria, gestionados por Canaricem, aseguran que a lo largo de la semana el aumento de familiares ha sido un cuenta gotas más intenso que en otras semanas del año. “Hoy es un lío, está bien pensado eso de venir otro día, para esquivar las colas por las escaleras para alcanzar los nichos más altos, la fila de la compra de flores y para el aparcamiento”, opinó un familiar que reconoce que viene siempre el 1 de noviembre y “cuando se puede”.
Los cementerios se han llenado del grueso de sus visitas anuales, mensuales y semanales y pese a la “ligera disminución” de las personas que visitan el cementerio, la opinión generalizada de los incondicionales es clara: “da igual el número, lo importante es que todos hayan dejado tras de sí un jarrón con flores; que del agua hoy se encarga el cielo”.
Pese a los rigores del clima y las circunstancias económicas, los que no han faltado a la cita son los familiares que recientemente han perdido a un ser querido. Justamente el Instituto Nacional de Estadística (INE) apunta que el índice de mortandad en Canarias, en 2007, se sitúa en un 0,6%. Murieron 13.338 personas, en su mayoría por causas relacionadas con el sistema circulatorio. Sus familiares no faltaron al culto.