López Alegría observa desde el espacio los efectos el cambio climático
El astronauta, que llegó hace pocos meses de una estancia de siete meses en la estación espacial, destacó que más allá del plano orbital, la Tierra lanza sus llamadas de atención: lagos cada vez más menguados, zonas verdes con menor densidad y un alarmante crecimiento del color amarillo, sobre todo en África y el sur de Europa. López Alegría señaló como puntos calientes especialmente visibles desde el cielo, la capa de hielo sobre el Kilimanjaro, que dijo es casi ya inexistente, y los límites del lago Chad, que ya es solo una pequeña mancha azul. “África desde el espacio es una gran superficie, más verde por el centro y el sur, y completamente amarilla en su parte norte”.
En relación a la política medioambiental en Estados Unidos, el cosmonauta aseguró que “en la sociedad estadounidense comienza a verse un pequeño cambio en política medioambiental, especialmente en relación con el cambio climático, pero aún estamos muy retrasados en eso”.
La deforestación y las recetas para frenar el proceso de desertización, tanto en África como en España, también tuvieron protagonismo en la sesión de este miércoles. José Luis Rubio, presidente de la Sociedad Europea de Conservación del Suelo fue la personalidad en el ámbito social de la rueda de prensa celebrada este miércoles en el Campus. De marcado carácter medio ambiental, el próximo Plan Nacional de Lucha contra la Desertificación fue el centro de todas las miradas, junto al agotamiento hidráulico de zonas en alto riesgo de sequía. Rubio aseguró que el consumo excesivo, el despilfarro energético y la ambición económica de la sociedad son las tres claves del declive medioambiental que pone en peligro la supervivencia de la especie humana.
Las claves para frenar la deforestación y la desertización
El secretario general de Territorio del Ministerio de Medio Ambiente, Antonio Serrano, presentó este miércoles un plan que detalla los pasos que dará España para paliar una situación que afecta gravemente a Canarias y a dos tercios de la superficie del territorio español.
Las soluciones de Rubio pasan por el cambio de rumbo social hacia la responsabilidad ecológica y el ambientalismo. Apostó por la gestión inteligente de los recursos, el máximo aprovechamiento energético y la solidaridad para con el medio. Señaló a Israel y a Australia como los países que han intentado soluciones más atrevidas en este campo. José Luis Rubio consideró que es necesario un cambio de estrategia medioambiental, instando a todos los demás a atreverse con nuevas políticas hasta dar con la solución definitiva.
“El futuro de zonas en vías de desertificación, como Almería, Canarias y el cada vez más extenso Norte de África, es muy preocupante aunque aún estamos a tiempo de revertir el proceso”, aseguró el presidente de la Sociedad Europea de Conservación del Suelo.
África pasa a estar así en el ojo del huracán medioambiental, siendo una de las zonas más afectadas por la desertificación, con menos recursos económicos y humanos para afrontar los desastres ecológicos que aún están por venir.
Rubio no ocultó la visible y alarmante degradación medioambiental, agravada por el cambio climático, los efectos del urbanismo descontrolado en distintas partes del mundo y, sobre todo, en la necesidad de marcar un nuevo punto de arranque a un nuevo concepto de sociedad más respetuosa con el medio ambiente y más solidaria en la administración de los recursos.