Madre tras superar un cáncer linfático

Una grancanaria de 36 años, Vanessa López, se ha convertido en la primera española que tiene un hijo tras superar un cáncer linfático al haber vitrificado sus óvulos antes de iniciar el tratamiento de su enfermedad y espera dar un hermano a su bebé, ahora de 4 meses y 8 kilos.

La maternidad Vanessa López solo tiene un precedente en España para este tipo de técnicas en mujeres con cáncer, el de una paciente de Barcelona que sufría un tumor de ovario, según ha informado la clínica que se ha ocupado de su caso, la delegación en Canarias del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI).

Vanessa López, junto a su marido y su hijo, ha querido hacer público su caso para que mujeres con cáncer que se encuentren en la misma situación que ella se animen a seguir su ejemplo y preserven sus óvulos, algo que además facilita el IVI, pues para estos casos ofrece el tratamiento de manera gratuita.

El director de la clínica en Las Palmas de Gran Canaria, Javier Domingo, y el facultativo Vicente Guillén han informado de este caso, el primero del grupo y de Canarias, donde esperan en un futuro cercano que se repitan situaciones felices como la de esta pareja, ya que el centro mantiene vitrificados óvulos de otras 16 mujeres que padecen cáncer.

Vanessa López acudió a IVI en 2010 tras conocer el diagnóstico de su enfermedad y en febrero de 2012, una vez recuperada y con el alta médica, volvió a la clínica para someterse al tratamiento de fecundación in vitro con los cuatro óvulos que se preservaron.

Nueve meses después nació su hijo Leo, tras un parto natural y con un peso de 3.440 kilogramos.

El director de la clínica ha destacado que la vitrificación de los óvulos, desde su puesta en marcha en 2007, supone un gran logro para las mujeres que sufren cáncer, porque ya no tienen que renunciar a la maternidad, al poderla posponer, como en el caso de Vanessa.

Domingo ha explicado que la mayoría de los cánceres se tratan con quimioterapia, lo que elimina las células en crecimiento, tanto las malas como las buenas, y por tanto los ovocitos.

Al carecer el ovario de capacidad de regeneración, la quimioterapia imposibilita la reproducción, por lo que ha animado a los oncólogos a que aconsejen a las mujeres a que opten por esta solución.

Según los datos facilitados por IVI, unas 370 mujeres han preservado su fertilidad por motivos oncológicos en alguna de las clínicas del grupo, que ha detectado que la mayoría de ellas, el 67 por ciento, sufre cáncer de mama, mientras que el de linfoma (de Hodgkin o de otro tipo) es el segundo más frecuente.

La edad media de estas mujeres es de 32 años y todas coinciden en que saber que podrán ser madres en un futuro les ayuda a afrontar la enfermedad con esperanza.

Domingo además ha subrayado las posibilidades que ofrece la vitrificación de ovocitos a las mujeres en general, sobre todo en estos momentos de crisis, porque permite posponer la maternidad a tiempos mejores.

El director de la clínica se ha mostrado convencido de que su uso será cada vez más común, porque los óvulos una vez vitrificados permiten su empleo cuando se quiera, con lo que se pueden superar los obstáculos laborales que en determinados momentos se presentan a muchas trabajadoras que desean tener hijos.

De hecho, unas 600 mujeres con una edad media de 36,7 años han guardado sus óvulos en los últimos cinco años en el banco del IVI con la idea de ser madres en el futuro sin que la edad pueda afectarles.

El grupo también ofrece de manera gratuita a los hombres que padecen cáncer la criopreservación de una muestra de semen antes del tratamiento de su enfermedad, pues de no hacerlo, las posibilidades de una recuperación espermática normal son del 20 al 30 por ciento

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