La niña fallecida no sufrió abusos sexuales

Aitana, la niña de tres años ingresada el pasado miércoles en el Hospital Universitario de La Candelaria, en Tenerife, tras sufrir lesiones y quemaduras que al parecer le produjo el novio de su madre, falleció este martes por la noche. El análisis médico realizado a la menor en el Hospital Universitario de la Candelaria descarta que la niña hubiese sufrido abusos sexuales, como en un principio se sospechaba,

Por su parte, el compañero de la madre de la menor pasó este miércoles a disposicíón judicial y, hasta primera hora de la tarde, aún seguía declarando en el Juzgado número 7 del municipio de Arona.

Aitana ingresó el pasado miércoles en estado grave en el Hospital Universitario de la Candelaria con una parada cardiorrespiratoria, lesiones y quemaduras.

Antes de su ingreso en el hospital la niña fue atendida en el centro de salud de El Mojón, en el sur de Tenerife, al que fue llevada por el ahora detenido, quien la cuidaba mientras su madre trabajaba, y porque la menor tenía una parada cardiorrespiratoria.

El médico que atendió a la niña avisó a la Policía Local porque además de parada cardiorrespiratoria tenía diversos traumatismos y lesiones por quemaduras en las regiones lumbar y dorsal.

Tras la muerte, el cuerpo de la niña ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal, en el municipio de La Laguna, donde se le realizará la autopsia.

Conmoción en la sociedad canaria

El fallecimiento de la niña ha conmocionado a la sociedad canaria y la consejera de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, Inés Rojas, tras un minuto de silencio que guardaron los servicios públicos de las Islas, ha lamentado la “tristísima y durísima muerte”.

También ha declarado Inés Rojas que el fallecimiento de esta niña supone que toda la “sociedad canaria siente esta muerte como suya” e invitó a una reflexión sobre lo que ha ocurrido para “estar lamentando una atrocidad como ésta”.

El Parlamento de Canarias también guardó un minuto de silencio, al término del cual la vicepresidenta de la Cámara legislativa canaria, Cristina Tavío, dijo que, desgraciadamente, esta niña ya no tendrá derecho a la libertad y a la vida.

Cristina Tavío reclamó que se reflexione acerca de la necesidad de educarnos a todos en el respeto a la vida y a la libertad de las personas, e insistió en la necesidad de respetar a los demás.

Mientras se suceden las condenas por la muerte de la niña el supuesto autor de las lesiones y quemaduras declara en el Juzgado número 7 de Arona, municipio en el que vivía con la madre de la menor desde hace unos meses.

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