Nueva noche de tensión entre laicos y peregrinos en la Puerta del Sol
MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
La Puerta del Sol vivió este jueves una nueva jornada de tensión a consecuencia de la convocatoria de una concentración laica contra la aportación de fondos públicos a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y contra la dura intervención policial en la manifestación del miércoles.
A partir de las 20 horas unas 300 personas se congregaron en Sol cantando consignas contra el Papa y con pancartas mostrando su rechazo a la celebración de la JMJ con fondos públicos en plena crisis económica.
Varias decenas de agentes nacionales cercaron a los manifestantes para evitar altercados con los peregrinos, que a partir de las 21.30 horas comenzaron a llegar a Sol procedentes de un acto con el Papa Benedicto XVI en la plaza de Cibeles.
Así, la Policía consiguió mantener separados a ambos grupos, que se lanzaban respectivamente consignas provocadoras. Así, a los gritos de 'Esa mochila la he pagado yo', 'Más educación, menos religión' y 'Ni dios nos representa', se respondía con otras consignas como 'Nuestro Papa es el mejor' o gritos de 'Viva el Papa'.
Sin embargo, se han vivido momentos de tensión cuando un grupo de jóvenes del 15M accedió a la confluencia de Sol con la calle Carretas, y también cuando un grupo de jóvenes carlistas que comenzó a provocar a los manifestantes quedó rodeado por los mismos, que los acusaban de franquistas.
También ha habido quienes han intentado dialogar con sus 'contrarios', como un joven que explicó a los peregrinos que no se manifestaban contra ellos ni contra su religión o creencias, sino contra el uso de dinero público para sus celebraciones, y les ha pedido que no “provoquen ni molesten” a los manifestantes, de la misma manera que los 'indignados' no van a manifestarse en los lugares donde ellos celebran sus actos.
A pesar de la tensión, la presencia policial, que rondó el centenar de agentes, permitió mantener a ambos colectivos separados ante la mirada curiosa de la mayoría de peregrinos y turistas, que se quedaban en la zona para contemplar la escena.
Los agentes decidieron entonces comenzar a dispersar a la gente, que se iba aglomerando en torno a los manifestantes, recluidos en un cercado cada vez más estrecho hasta que el grupo se dividió en dos y hubo las primeras escaramuzas, de las que los manifestantes se quejaron porque la Policía “primero da con la porra y luego dice que sólo quieren identificarte”.
DESALOJO POR CARRETAS
Hacia las 22.30 horas llegaron al lugar más efectivos de Policía Nacional y Policía Municipal, que mantuvieron al grupo dividido, si bien una parte de los manifestantes comenzó a mezclarse con los peregrinos que se dirigían hacia la calle Mayor para asistir a una procesión.
Media hora más tarde, los agentes decidieron comenzar a desalojar a los manifestantes que aún se encontraban en Sol. Así, los condujeron hasta Carretas, donde comenzaron a 'barrerlos' calle arriba para dirigirlos hacia la plaza de Jacinto Benavente.
Sin embargo, a mitad de la calle y sin mediar más provocación que gritos e insultos de los 'indignados', la Policía Nacional comenzó a cargar contra los manifestantes, causando al menos cuatro heridos leves que, en cualquier caso, no tuvieron que ser atendidos por los servicios sanitarios.
Además, un agente de Policía Nacional también increpó y pidió la documentación a dos turistas alemanes que estaban haciendo fotos de la protesta, al considerar que no estaban autorizados a ello por no ser periodistas.
A pesar de la carga, los 'indignados' intentaron continuar su protesta en la plaza de Jacinto Benavente, aunque la dispersión y la presencia policial, así como el continuo paso de peregrinos y otros ciudadanos, acabaron diluyendo su protesta, aunque un pequeño grupo se volvió a juntar en la plaza de Tirso de Molina para seguir adelante.
Sin embargo, tanto en Jacinto Benavente como en Sol la situación se tranquilizó y los grupúsculos que aún quedaban terminaron por disolverse, aunque no sin antes quejarse de que la Policía los desalojara de la plaza para “dejar a los peregrinos que vayan ahí a rezar”.
Hacia la 1 horas, los últimos manifestantes que quedaban en la zona montaron debates callejeros en los que intervinieron algunos peregrinos, y en los que ambas partes contrastaron las quejas de unos con respecto a las actitudes de los otros.