''No hubiera ocurrido si no hubiera estado borracho y drogado''
El acusado de matar a golpes a un británico en un pub de Fuerteventura reconoció este lunes ante la Audiencia de Las Palmas que le propinó patadas hasta causarle su muerte y que la víctima estaba ebria y no se defendió, pero que él esa noche había tomado unas 17 copas de whisky, pastillas y cocaína.
“No hubiera ocurrido” lo sucedido si no hubiese estado “borracho y drogado”, afirmó ante el tribunal jurado el acusado Hamed Mohamed Hamed, natural de Melilla, cuya acción ha sido calificada como un asesinato, aunque existe un acuerdo previo entre las partes para reducir a 12 años la pena inicial de 23 años exigida por la fiscal y la acusación particular.
Así lo manifestaron el abogado de la defensa, Antonio Zapata, y el de la acusación particular, Tomás Doreste, quien representa a la viuda del fallecido Brian Alexander Hobbs, de 52 años, que murió como consecuencia de la paliza que recibió la madrugada del 4 de mayo de 2006 en la zona de Caleta de Fuste, al poco de llegar de vacaciones a la isla.
La defensa y la acusación particular explicaron que la familia del acusado ha consignado en una cuenta judicial una cantidad que no precisaron, aunque inferior a 90.000 euros, para indemnizar a su hijo adoptivo y a su viuda, quien reside en Glasgow (Escocia) y asistió a la vista en compañía de una hija de ella.
Tanto el hecho de haber ingerido alcohol como el haber tratado de reparar el daño causado a través de la indemnización son los atenuantes que alegará la defensa para reducir la pena a 12 años, según señaló Zapata al jurado.
El acusado reconoció ante el tribunal popular que estuvo esa noche en el pub y que vio que la víctima estaba borracha y que había vomitado, así como que entre ambos no hubo discusión alguna previa a la agresión.
La fiscal manifestó al jurado que la víctima decidió salir esa noche y que “estaba completamente borracho” y, según su escrito, dormía en la terraza del pub cuando fue agredido.
Afirmó que el acusado “le destrozó todos los músculos de la cara” y que el turista falleció como consecuencia de los golpes.
El acusado, que está en prisión por esta causa, había sido condenado con anterioridad por un juzgado de Melilla a dos años de prisión por un delito de robo con fuerza y a seis meses de cárcel por otro delito de desobediencia, y se trasladó a Fuerteventura en abril de 2006 para asistir a un juicio que tenía pendiente en la isla, donde había residido años atrás.
La indemnización solicitada por el fiscal asciende a 100.000 euros, si bien la acusación particular eleva esta cifra a 165.000 euros, según señaló la secretaria judicial durante la primera sesión del juicio.
La vista, que en principio está prevista que se prolongue hasta el miércoles, podría concluir este martes, indicó la presidenta del tribunal, quien informó de que en la segunda sesión se tratará que declaren los peritos, técnicos y testigos.