Las Palmas de Gran Canaria contará con más de 35 kilómetros de ciclocarriles
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria habilitará más de 35 kilómetros como ciclocarriles en las calles de la ciudad. Este despliegue, de carácter provisional, seguirá el trazado proyectado por el Plan Director de la Bici para los futuros carriles bici de la parte alta de la ciudad, conectando estos barrios con la infraestructura de la red ya existente en la parte baja. Así, se ha comenzado ya a actuar en Tomás Morales y, en las próximas semanas, se implantarán en el núcleo urbano de Tamaraceite.
Esta nueva red completará una infraestructura común a toda la ciudad, con múltiples puntos de conexión entre los tramos propuestos y los ya existentes, la ciudad alta con la baja y de los barrios con distintos puntos de interés, como son los centros sanitarios, administrativos o educativos o edificios importantes a nivel turístico o cultural.
En este sentido, habrán tres tipos distintos de vías compartidas. Los ciclocarriles estarán situados lo más a la derecha posible de una determinada calle, en la que se limitará la velocidad máxima a la que los automóviles pueden circular, y donde bicicletas y VMP tendrán preferencia.
Las ciclocalles serán vías unidireccionales con la velocidad máxima limitada a los 30 km/h, en la que bicicletas y VMP tendrán preferencia. Asimismo, cabe recordar que la Concejalía de Movilidad está convirtiendo en zonas 30 diversas calles de la ciudad, con el objetivo de fomentar la convivencia de los distintos modos de transporte y de mejorar la conectividad para los usuarios de la bicicleta y de otros vehículos de movilidad personal.
En estos momentos, las calles de más de 45 barrios de la capital han sido transformadas en vías 30, por donde pueden circular modos motorizados, bicis y VMP, facilitando de esta forma la movilidad en este tipo de vehículos en las calles internas, así como su conexión con los itinerarios de carril bici que atraviesan la ciudad.
Estos tres tipos de vía compartida son de ejecución rápida e integran al tráfico ciclista en la calzada, además de aumentar la seguridad vial al ser menor la diferencia de velocidad entre los vehículos a motor y los modos blandos. Además, contribuyen al calmado de tráfico de la ciudad y fomentan la coexistencia de los medios de transporte.
0