''Soy una persona educada y no soy la persona que dicen que soy''
El hombre acusado de presuntamente intentar secuestrar a dos niñas menores de edad en Gran Canaria y a una mujer, a quienes supuestamente pretendía introducir en una furgoneta blanca, negó este lunes los hechos durante el juicio celebrado bajo una gran expectación mediática en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas, donde, sin embargo, las víctimas le reconocieron como su agresor.
“No conozco a las víctimas y no las he visto jamás. No he tenido nunca una furgoneta con puertas correderas”, afirmó est lunes Marcos J.R.C., acusado de un presunto delito de coacciones, dos delitos de detención ilegal en grado de tentativa, uno de tenencia ilícita de armas y un delito de hurto de uso de vehículo, por los que la Fiscalía reclama para él 11 años y seis meses de prisión, mientras que la defensa solicita la libre absolución para su cliente.
El procesado negó ser el autor de los supuestos intentos de rapto y argumentó que “o estaba trabajando o estaba en la biblioteca estudiando, ya que estaba haciendo un curso de mecánica naval”. “Soy una persona educada y no soy la persona que dicen que soy”, reiteró Marcos J.R.C., que está en prisión desde que fue detenido el 8 de enero de 2008. Asimismo, admitió que ya ha sido ejecutoriamente condenado por un delito de abusos sexuales a la pena de 20 meses de prisión en virtud de sentencia firme de fecha 20 de septiembre de 2007.
“No tengo ni idea de quiénes son estas personas y no me explico cómo pueden reconocerme”, apostilló el acusado, que negó que la tarde del día 4 de abril de 2007 circulara con su vehículo por la carretera G-243 de la localidad de Arucas, y se encontrara a una menor que tenía entonces 16 años. En este sentido, rechazó que la siguiera y que, ante la negativa de ésta, se bajara del vehículo y corriera detrás de ella, hasta que finalmente no pudo conseguir su propósito por no poder alcanzarla.
“Yo ni estaba en Arucas”, agregó Marcos J.R.C., que incidió en que tenía una agenda y en ella figura si estaba “trabajando para una empresa de seguridad en un 24 horas o estudiando”.
Por su parte, la joven relató que el día de los hechos se dirigía hacia una parada de guagua y el acusado paró su vehículo, se bajó y “se puso a disimular mirando las ruedas”. Después le habló y supuestamente la “agarró por el brazo” y la insultó. La chica logró huir e interpuso una denuncia. En comisaría le enseñaron fotos y le reconoció “automáticamente”, al igual que hizo este lunes. “Estoy segura de que es él”, confesó emocionada.
Le recordó al verle por televisión
Por otro lado, el acusado negó que en otra ocasión, sobre las 23.30 horas del 8 de abril de 2007, se dirigiera a la calle Primero de Mayo de Telde, conduciendo una furgoneta de su propiedad, donde se encontraba una mujer. “Estaba trabajando en el 24 horas y hay testigos que lo han confirmado”, agregó, aunque no pudo acreditar documentalmente que estuviera en su trabajo.
Al igual que en el caso anterior, negó que se bajara del vehículo, se aproximara a ésta y la cogiera por la chaqueta mientras le decía “cállate”. Además, rechazó que la llevara con fuerza hacia la puerta de la furgoneta “con ánimo de introducirla en ella”, tal como manifestó la mujer en su declaración este lunes, en la que destacó que se resistió de tal forma que el acusado no pudo conseguir su propósito, huyó del lugar e interpuso la denuncia.
“Yo realmente le reconocí cuando salió en televisión y luego en rueda de reconocimiento”, afirmó la mujer, que se echó a llorar.
A cambio de cinco euros
Cuestionado por la Fiscalía acerca de otro suceso ocurrido sobre las 18.45 horas del 4 de enero de 2008, el acusado afirmó que estaba trabajando para una empresa en Ingenio, por lo que negó que ese día se dirigiera a la calle Madreselva del barrio de La Garita en Telde conduciendo una furgoneta.
De esta forma, negó que se acercara allí a una menor que tenía entonces 10 años de edad para preguntarle dónde se encontraba la plaza de La Garita y la invitara a subirse al vehículo a cambio de ofrecerle cinco euros, tal como relató la niña este lunes en su declaración. Así, el acusado rechazó que ante la negativa de ésta la cogiera fuertemente por el cuello y le dijera: “vas a hacer lo que yo te diga”, mientras la llevaba contra su voluntad hacia la puerta del furgón. No obstante, el acusado no pudo conseguir sus propósito ante los gritos de la niña que alertaron a la madre de una amiga suya y huyó del lugar.
“Yo no estaba allí y no puedo dar ningún dato”, incidió Marcos J.R.C., que justificó que ese día se encontraba realizando gestiones en la capital y posteriormente su vehículo sufrió un pinchazo y, tras reparar la rueda, se dirigió a su domicilio en un crematorio en Telde, a unos grandes superficies y, a continuación, a una cafetería. Seguidamente, por la tarde, sobre las 18.00 horas, llegó al trabajo con sangre en la frente “por un corte” que se hizo al golpearse “con la puerta de la furgoneta” mientras intentaba reparar la goma. Asimismo, desmintió que llegara tarde a su empleo, como así manifestó un compañero suyo.
No obstante, la niña reiteró que el procesado la “soltó cuando vio a la madre” de su amiga, y comentó que Marcos J.R.C. le dijo que “tenía un cuchillo” en el coche. Además, comentó que las puertas de la furgoneta eran “correderas” y recordó que ya reconoció a su presunto agresor en fotos en la comisaría y en las ruedas de reconocimiento realizadas.
Niega que la pistola sea suya
Por otro lado, el procesado negó que supiera que había un cuchillo en la furgoneta. Igualmente, fue interrogado acerca de que en un registro en su casa en Telde la Policía Nacional halló una pistola semiautomática manipulada, que tuvo su origen en una pistola detonadora, con 24 cartuchos troquelados en su base y “totalmente capacitada para el disparo de cartuchos armados con bala”. A este respecto, dijo que el arma no era suya, sino que estaba “dentro de una caja con pertenencias de otra persona” que trabajaba con él.
Asimismo, respecto a la furgoneta azul en la que fue detenido sobre las 21.00 horas del día 8 de enero de 2008 mientras conducía por la calle donde residía, señaló que un desconocido la había dejado cerca de su casa “con las llaves puestas” y con una nota que decía: “Voy al aeropuerto, estaré en Tenerife dos semanas, te dejo el coche aquí”. Sin embargo, la representante del Ministerio Público manifestó que la sustracción de dicho vehículo había sido denunciada por su propietario el 7 de julio de 2007. Marcos J.R.C. admitió que utilizó el vehículo azul durante un mes cuando se “estropeó” su furgoneta blanca, a pesar de no saber de quién era.
Por todo ello, el Ministerio Fiscal reclamó 11 años y seis meses de prisión para el acusado y que indemnice a sus víctimas con 3.000 euros por los daños morales causados.
Por su parte, el letrado de la defensa, Antonio Falero, reclamó la libre absolución para su cliente, ya que considera que no hay pruebas suficientes que le inculpen y las que hay están “viciadas y mediatizadas por los medios de comunicación, ya que los reconocimientos en los juzgados se realizaron tras” salir la foto de Marcos J.R.C. “en prensa y televisión”, lo que, en su opinión, “condicionó que las víctimas declaren en su contra”.
A su entender, “se había hecho un juicio paralelo por lo medios y por la psicosis social que existía tras las desapariciones en la isla de los niños Yeremi Vargas y Sara Morales”. Afirmó que su cliente es “la fruta del árbol prohibido” y considera que la instrucción sobre este procedimiento es “nula por completo”.