La odisea de las personas con alzhéimer: la red insuficiente de recursos se agrava en las islas no capitalinas

Unas 30.000 personas padecen alzhéimer en Canarias.

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

Sensación de abandono y de incomprensión. Es lo que sienten los familiares de personas con alzhéimer. A la lentitud con la que se resuelve la ayuda a la dependencia en Canarias, se le suma que no existen suficientes recursos públicos específicos para quienes padecen esta enfermedad. Una situación que se traduce en una auténtica odisea para los enfermos, en especial para los que residen en algunas de las islas no capitalinas. Ejemplo de ello es Fuerteventura, donde solo existe una asociación que presta esta ayuda pero que, ante la tardanza con la que llegan las subvenciones, la falta de transporte y otros problemas burocráticos, ha tenido que ir mermando sus servicios. Su continuidad solo está garantizada hasta finales de año.

La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer AFALF se fundó en el año 1995 en Lanzarote por impulso de unas ocho personas que se plantaron ante la falta de recursos públicos. Su presidente, Manuel Ruiz, explica que aún se echa en falta una mayor inversión por parte de las administraciones públicas, así como una mejora de las ayudas a la dependencia para que se pueda ofrecer una asistencia de calidad a los enfermos. Al final, son asociaciones como esta las que sustentan parte de la ayuda a la dependencia, que es un derecho protegido por ley. En esa isla, el colectivo gestiona un centro de día en Tahíche, además de una residencia y el servicio de ayuda a domicilio. Según destaca, en Lanzarote existe un convenio del Cabildo con una empresa de transporte que les facilita que puedan trasladar a los enfermos.

El transporte es precisamente una de las carencias con las que se encuentra la asociación en Fuerteventura, a donde se trasladó hace cinco años por petición de las familias, que no disponían de centros especializados a los que acudir. Con el tiempo, de cinco centros solo quedan dos activos, además de la ayuda que prestan a domicilio. Los problemas de desplazamiento son el principal escollo, motivo por el que se han cerrado los centros de Morro Jable y Corralejo. Ruiz subraya que ha decidido seguir prestando su ayuda en la isla hasta finales de año, pero la idea es que los familiares de personas con alzhéimer de Fuerteventura constituyan su propia asociación y puedan pelear por sus subvenciones y por mantener abiertos los centros.

El consejero de Bienestar Social del Cabildo, Víctor Alonso (PSOE), recién nombrado para este cargo, señala que ya se han puesto en marcha las negociaciones para que este colectivo siga prestando el servicio y que se está tramitando una subvención de 154.000 euros. No obstante, es consciente de la necesidad de seguir incrementando los recursos en materia de dependencia y asegura que se encuentra revisando los convenios en esta materia y analizando qué centros se pueden aprovechar en la isla. Su intención es que haya recursos en todos los municipios.

Una de las ciudadanas afectadas por la situación explica que Fuerteventura presenta importantes problemas de conexión para quien no dispone de vehículo o de transporte específico para trasladar a personas con alzhéimer. Apunta que cuando solicitó en su momento la ayuda a domicilio en el marco de la Ley de dependencia, le instaron a ponerse en contacto con las tres empresas privadas que operan en la isla. De hecho, Canarias es la única comunidad que no tiene desarrollada la ayuda a domicilio y que la externaliza a través de empresas privadas. La mujer cuenta que estas empresas han alegado en los últimos años numerosas dificultades para trabajar fuera de los barrios cercanos a Puerto del Rosario. Una persona que viva en el municipio de Tuineje, por ejemplo, no tenía asegurado recibir esta ayuda hasta que la asociación AFALF comenzó a trabajar en la isla, explica.

Unas treinta personas de Fuerteventura que tienen familiares con alzhéimer ya han dado los pasos para constituir una asociación. El objetivo es batallar por que existan centros y ayudas suficientes. “A veces, aunque una persona tenga dinero, no es suficiente, ya que no puede garantizar la calidad de vida de su familiar al no poder construir un centro, que es donde los pacientes mejoran”, señala una mujer que cuida a su madre con esta enfermedad. Narra que, en ocasiones, hay miembros de las familias que tienen que dejar su empleo ante las insuficientes ayudas y así ejercer de cuidadores.

Unas 30.000 personas con alzhéimer en Canarias

Se estima que unas 30.000 personas en Canarias sufren alzhéimer. Así lo expuso a finales de 2018 en una comisión parlamentaria el catedrático de Biología Celular de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria José Regidor. El ex rector y miembro de la asociación Alzhéimer Canarias, advirtió entonces de la necesidad de incrementar las partidas públicas que se destina a mejorar la calidad de vida de estas personas.

Si hacemos un repaso por los recursos que dispone cada isla, se puede constatar que en las no capitalinas la situación se agrava, a excepción de La Palma, que cuenta con unas 800 plazas para dependencia, según aclaran desde el Cabildo. Dispone además de dos centros específicos para personas con alzhéimer gestionados por una asociación de familiares. La Gomera alberga dos centros para personas mayores y uno para personas con discapacidad gestionados por el Cabildo (con un total de 80 plazas entre los tres) y se está construyendo un nuevo centro sociosanitario de 200 plazas. También existen otros tres dirigidos por los ayuntamientos. Sin embargo, ninguno está especializado en personas con alzhéimer. Lo mismo ocurre en El Hierro donde existen dos centros, uno en Valverde y otro en El Pinar y el de Frontera está pendiente de adjudicación. Desde los cabildos de ambas islas insisten en que las personas con derecho a acogerse a la ley de dependencia pueden también solicitar la ayuda a domicilio.

En Tenerife y Gran Canaria la red es más amplia, aunque concentran la demanda de plazas alojativas al contar con mucha más población. En Tenerife, destaca la labor de la asociación AFATE, que gestiona dos centros de día terapéuticos. En la red de recursos que recoge el Gobierno de Canarias en su web también se destaca un centro público en Santa Úrsula. Y en Gran Canaria, destaca la labor de Alzheimer Canarias, que el año pasado inauguró su primera residencia especializada en la isla, con la colaboración del Cabildo y Gobierno. Además, se cuenta con otros tres centros de titularidad pública especifica para personas con esta enfermedad dentro de la red: uno en Santa Lucía, otro en Telde (que se está rehabilitando) y otro en San Bartolomé de Tirajana. En la isla hay otros cuatro de titularidad privada. No obstante, la red sigue siendo insuficiente. El pasado año, los cabildos firmaron un convenio con el anterior Gobierno de Canarias con la idea de impulsar un mayor número de infraestructuras sociosanitarias que pretende crear 5.466 nuevas plazas en toda la comunidad. Si embargo, no se ha especificado cuántas de estas plazas irán destinadas exclusivamente a mejorar la calidad de vida de personas con alzhéimer.

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