El presidente del Cabildo de Gran Canaria apela al consenso para no traer el gas a las Islas y no llegar al “enfrentamiento”

Imagen aérea del polígono industrial de Granadilla, donde se ubica una central térmica. El Cabildo de Tenerife defiende la construcción de una regasificadora en el puerto

Efe

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El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ha indicado que confía “en el consenso y el diálogo” para resolver la polémica de la disposición cuarta, el decreto de medidas para paliar la crisis generada por la guerra en Ucrania, que liberaliza la entrada de regasificadoras en la isla para “no ir al enfrentamiento”. “Apelamos a la cordura y si no habrá que ir a medidas mayores”, ha dicho.

Como ha señalado a los medios este viernes, confía en que “el diálogo entre administraciones sea lo que prime”, aunque “no se hizo desde el Gobierno a la hora de plantear la disposición cuarta”.

El diálogo, a su juicio, “es lo lógico para no llegar al enfrentamiento”, más aún en “gobiernos que compartimos ámbitos de gestión”. Confía en que “impere el sentido común”, porque de lo contrario, “habrá que ir a más en las movilizaciones y recursos”, pues la opción de las regasificadoras “es imposible y no cabe” en Gran Canaria.

El Estado habla de regasificadoras, y aunque “se puede construir una pequeña planta para producir en una industria la regasificadora, como tal tiene otra inversión”, que es “inviable en Canarias” y frenaría la penetración de renovables y a los inversores que quieran apostar por este modelo de energía.

“No sé quién es el iluminado o iluminada que introdujo esta medida en la disposición cuarta, además en un decreto que nada tiene que ver y aborda medidas para paliar las consecuencias de la guerra en Ucrania”, porque “no entendemos nada ni tampoco el Gobierno de Canarias, como ha expresado el consejero” José Antonio Valbuena.

Como ha recordado Morales, “en el mundo se producen millones de muerte de seres humanos y seres vivos en general y de biodiversidad por la contaminación”.

El gas “no es una opción”, ya que “antes de la invasión de Ucrania ya había encarecido el precio de la luz con picos de hasta un 300% y una media de un 60%”, mientras el fuel y la gasolina “aumentó su precio en más de un 30%”.

Con la guerra en Ucrania “Europa tendrá que traer el gas de Estados Unidos, que se obtiene de la tierra a través del fractura (fracking) y que en Valencia se comprobó que provocaba seísmos”.

Para Morales “es demencial a día de hoy apostar por esto”, porque “el gas no es alternativa”. El que llega a Europa “viene de lugares de conflicto, geoestratégicamente inestables y con nulo respeto a los derechos humanos a los que se está enriqueciendo con la compra del gas”, mientras en Canarias “podemos generar industria con el sol y el viento”, ha subrayado.

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