La profanación, obra de ''una secta satánica''
El alcalde de la localidad tinerfeña de Arico, al sur de la isla, Eladio Morales, ha manifestado que cree que el robo de siete cadáveres ocurrido el pasado día 1 de enero en el cementerio de la villa es obra de una secta satánica instalada no en el municipio, pero sí en Tenerife.
Morales ha explicado en declaraciones a Europa Press que el hecho fue descubierto a primera hora del pasado sábado por la presidenta de la Asociación de Mayores de Arico, Juana Coello, que había acudido al lugar a colocar flores a sus familiares. “Salió corriendo cuando vio los nichos abiertos y me llamó muy asustada”, ha explicado
El primer edil explicó que las tumbas profanadas son de las más antiguas del camposanto y detalló que han sustraído por ejemplo el cuerpo de dos hermanos fallecidos en 1920 tras una epidemia de gripe. Otros cuerpos fueron enterrados en la década de los años 30 del siglo pasado. “En total se llevaron siete cuerpos y abrieron cinco nichos”, señaló.
“No es la primera vez que ocurre algo así”, continuó Morales que recordó que el cementerio de la Villa está ubicado en una zona apartada y que hace unos cuatro años ya se llevaron “partes de cuerpos de mujer”. Lo mismo ocurrió también en el camposanto nuevo de Arico. “No hemos podido averiguar nunca qué sucedió”, ha lamentado.
A su juicio lo ocurrido es “una barbaridad” y ha admitido que los ciudadanos de la localidad temen que estos hechos se vuelvan a repetir y se dañen más nichos.
En este punto ha recalcado que no existe constancia de que en la localidad haya una secta, pero no descartó que lo sucedido sea obra de una instalada en el sur de la isla ya que en ocasiones aparecen “gallinas y otros animales muertos” en las puertas del cementerio.
Morales deseó que las pesquisas de la Guardia civil, que acudió de forma “inmediata”, den frutos y se descubra lo sucedido. Además solicitó tranquilidad a los ciudadanos al tiempo que planteó que la situación económica no permite la contratación de vigilancia “permanente”, pero sí de negociar con empresas de seguridad para instalar video cámaras. “Algo tenemos que hacer”, ha finalizado.
