Los robots móviles inteligentes llegarán ''en diez o quince años''

El director del Instituto de Investigación de Robótica y Sistemas de Manipulación de la Universidad de Viena, Peter Kopacek, predijo este miércoles, en una visita a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que los robots móviles inteligentes serán una realidad “en diez o quince años”.

Este experto, galardonado el pasado año con el Premio Engelberger de Robótica Educativa, ofreció una conferencia sobre los robots humanoides en los que trabaja, cuyos primeros ejemplares vieron la luz en la década de los setenta, según explicó el catedrático de Ciencias de la Computación de la Facultad de Informática de la ULPGC, Roberto Moreno.

Estos robots poseen “cierta inteligencia y parecido con los seres humanos” y también son capaces de andar con dos piernas, aunque se prevé que los nuevos avances tecnológicos permitan que, en unos años, puedan “incluso correr y desplazarse con mayor estabilidad”.

Uno de los retos a los que se enfrenta Kopacek es capacitar a sus robots humanoides para que puedan comunicarse de la misma forma que lo hacen los humanos, es decir, por medio de la palabra, con la ayuda de gestos y la posibilidad de dar énfasis y entonación de la voz.

Sin embargo, en este campo de la comunicación existen ya algunos logros, como los obtenidos en el robot Eistein, cuyas posibilidades mostró Kopacek en un vídeo, en el que se pudo constatar que, además de tener un parecido físico con el célebre científico alemán, es capaz de enfadarse.

Profesionales

El experto explicó que existen robots profesionales, desarrollados por empresas fuertes, que normalmente los utilizan como propaganda, y los de juegos, que son para aficionados y pueden hacer tareas “triviales”.

Sin embargo, destacó que su interés, y el de la mayor parte de los institutos de investigación de la UE, se centra en el desarrollo de sistemas robóticos intermedios, es decir, los que, utilizando una tecnología muy avanzada, son capaces de ayudar en las tareas que realizan a diario los humanos, explicó el catedrático Roberto Moreno.

Este tipo de robots móviles e inteligentes son utilizados, por ejemplo, para detectar y destruir minas, y también hay otros programados para realizar tareas más mecánicas que requieren de cierta inteligencia, como evitar obstáculos o tener una rápida capacidad de reacción para adaptarse a un medio cambiante.

“Son un concepto intermedio entre el humanoide androide, de ciencia ficción, y los juguetes que están en el mercado”, refirió Moreno.

El profesor Peter Kopacek cree que “el paso de la nanotecnología microelectrónica a la centotecnología”, que implicará una notable reducción de los componentes básicos de las nuevas tecnologías, se producirá en unos diez o quince años, lo que permitirá “que el logro de los robots móviles sea una realidad”.

Sin embargo, Roberto Moreno destacó que para que eso sea así no sólo ha de avanzar la electrónica, sino también los programas y el desarrollo de nuevos computadores y técnicas de inteligencia artificial, ya que “el robot es la integración de distintas tecnologías mecánica, electrónica y de computación y requiere el desarrollo de todas esas ramas”.

Inteligencia artificial

En su opinión, la más desarrollada en la actualidad es la inteligencia artificial, ya que es una tecnología electrónica ligera, de poco consumo energético y segura de funcionamiento, lo que hace que reúna “las tres características clave del sistema nervioso humano”.

En la Facultad de Informática de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria hay grupos de alumnos que trabajan con robots móviles que colaboran con los humanos y con otros de tipo industrial que sirven para resolver “problemas concretos” de “alguna industria canaria”.

Un ejemplo de este trabajo es el que desarrollan, con robots zoomorfos, con forma de perros, los alumnos de tercer curso que imparten, bajo la dirección del profesor Roberto Moreno Díaz, la asignatura optativa de Biocibernética computacional.

Según explicó el alumno Joaquín Ocón en el transcurso de una demostración, este grupo trabaja programando estos “robots perros”, fabricados por “Sony” en Japón y bautizados como Tara y Guanarteme, para que posean visión artificial, audición, sentido del equilibrio o tacto.

Además de programar el comportamiento de estos dos robots a través de la inteligencia artificial que son capaces de crear, estos alumnos de la ULPGC también comprueban en otros prototipos como el vehículo de cuatro ruedas fabricado por Lego y bautizado por ellos como Poncho, la efectividad de otras aplicaciones.

Es así como, con sensores de ultrasonidos, Poncho puede detectar y esquivar, a una distancia de cinco centímetros, hasta ocho objetos que se interpongan en su camino.

Con la ayuda de otro sensor de luz, este robot es capaz de recordar el color de la línea negra sobre la que ha de transitar, de forma que, cuando se sale de ella en una curva, sabe regresar a ella para seguir la trayectoria correcta.

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