Saavedra pide revisar las plazas para refugiados en Canarias y buscar lugares donde sea más fácil integrarse
El Diputado del Común, Jerónimo Saavedra, ha afirmado que se debería revisar la red de distribución de personas desplazadas que tiene previsto acoger Canarias, que son menos de 2.000, pues establece plazas en algunos lugares en los que puede haber difícil integración social.
Jerónimo Saavedra realizó esta advertencia en una reunión celebrada en el Parlamento de Canarias para debatir sobre inmigración, en la que también intervino el exdelegado del Gobierno central en Canarias José Segura, quien pidió a la Cámara ser altavoz en Europa sobre el efecto del cambio climático en este fenómeno.
Saavedra precisó que el sentido de su intervención es que Canarias cumpla con la cuota de solidaridad que le corresponde y sea efectiva cuanto antes, y para ello es necesario prever cómo se integran a esas 1.800 o 2.000 personas que podrían venir a Canarias por cuota.
Por este motivo “urge” que el Gobierno de Canarias se reúna con cabildos y ayuntamientos para determinar dónde se sitúan los refugiados, en qué viviendas y en qué centros educativos, pues si en su mayoría son escolares sirios habrá que prever un refuerzo, dijo como ejemplo.
Quedan menos de dos meses para que se cumpla el plazo para que España acoja a los más de 17.000 refugiados correspondientes al cupo establecido con la UE y, continuó Saavedra, cualquier día le dicen al Gobierno de Canarias “mañana llegan 300” y tendrá que ir corriendo a ver dónde los coloca.
Existe una red de distribución, admitió el Diputado del Común, pero a su juicio ésta debería revisarse porque establece plazas en lugares como Artenara en Gran Canaria y Barlovento en La Palma en los que en su opinión va a ser difícil la integración social y puede haber un problema educativo con los menores.
El Diputado del Común exigió además al Gobierno regional una “fiel preparación” en este ámbito para que no se origine rechazo por parte de una sociedad como la canaria en la que hasta ahora no ha habido fenómenos de xenofobia, y se eviten así “guetos” como los que en su opinión desgraciadamente han surgido con los inmigrantes.
No obstante recordó que en la etapa de la crisis de los cayucos, “y no voy a decir quién era el presidente del Gobierno de Canarias”, se intentó “un brexit” del archipiélago en relación con la libre circulación de trabajadores foráneos, lo que consideró “una cierta xenofobia latente” pese a que las islas no podían “descolgarse” del principio comunitario de libre circulación.
“Hay que estar ojo avizor siempre”, apuntó Saavedra, para quien es “arriesgada” la facilidad con la que se asocia inmigración y terrorismo, algo que no cree que forme parte del fenómeno migratorio que se aborda en el Parlamento regional.
El exdelegado del Gobierno español en Canarias José Segura afirmó por su parte que con la inmigración se está produciendo uno de los fenómenos humanitarios más terribles de los últimos años y advirtió de que venía al Parlamento regional a “sembrar una semilla de preocupación”, que es la relación entre migración y cambio climático.
Los refugiados climáticos no tienen tratamiento de políticos ni están tipificados jurídicamente, por lo que ahí el Parlamento autonómico “tiene una línea de trabajo espectacular” y sería conveniente que ejerciera “de altavoz dirigido hacia Europa” para recordar que es un espacio de especial protección de los derechos humanos.
Auguró Saavedra que en los próximos años se va a producir un crecimiento “espectacular” de población en el área del Sahel acompañado de un empobrecimiento agravado por la escasez hídrica, y en sus efectos será Canarias “una avanzadilla”.
Recordó la llegada masiva de inmigrantes irregulares a las islas en su etapa al frente de la Delegación del Gobierno y preció que lo que hace España en este ámbito es cumplir estrictamente lo que marcan los convenios internacionales de seguridad de la vida humana en la mar, búsqueda y salvamento marítimo y coordinación de actividades de seguridad.
La obligación del Estado español es la de efectuar el salvamento de vidas en sus aguas territoriales o internacionales, pues debe primar el rescate, después la gestión del desembarco y posteriormente, analizar la posible condición de asilo, enumeró.
Al respecto, José Segura se congratuló de que en septiembre de 2016 se hayan dado los primeros pasos para crear una guardia europea de frontera y costas que debe sustituir a Frontex, una especie de “servicio europeo de guardacostas, un mercado único de salvamento de vidas en la mar” al que se han destinado ya 110 guardias civiles españoles.