El segundo premio cae en el número 78.400
Finalmente se ha cumplido el presentimiento de Soledad Arcega, la empleada de la administración del centro comercial Carrefour de Villaverde, que ha repartido millones de euros al tocar íntegro el segundo premio de la Lotería de Navidad, el número 78.400, en este barrio madrileño.
Según ha comentado Soledad a los periodistas, ayer tuvo la corazonada de que iba a repartir un premio y así se lo confesó a una amiga.
Soledad dijo a su compañera que ayer no estaba nerviosa, pero sí lo estaría hoy porque iba a salir en televisión.
De hecho, esta mañana se ha dicho ante el espejo: “Soledad arréglate que hoy sales en televisión”, ha confesado.
La Administración número 64 de este centro comercial, situado en el barrio humilde de Villaverde, en el kilómetro 7 de la carretera de Andalucía, ha vendido entre 400 y 500 décimos en ventanilla, premiados con más de 40 millones de euros, y el resto a una empresa editorial que repartió el número entre sus trabajadores.
Así lo ha explicado, Borja Gómez, un titubeante empleado de la administración que, junto a su compañera Soledad Arcega, han aguantado hoy el chaparrón de cámaras generado por el premio, ya que la propietaria no se encontraba en el local.
La alegría se ha transformado en tristeza en el caso de Carmen, una mujer que compró uno de los décimos premiados, pero lo metió en el bolsillo de una bata que lavó en la lavadora, según ha contado ella misma.
La mujer de más de 70 años se ha acercado a la Administración llorando y con el décimo destrozado envuelto en un plástico, que finalmente, será enviado a la Casa de la Moneda para certificar su validez.
Los comerciantes de la zona y los empleados del hipermercado, al parecer, han comprado en esa administración otros números diferentes del 78.400, un número “feo” para Rosario Álvarez, la propietaria de la administración, por su terminación en dos ceros.
Sin embargo, fueron precisamente los dos ceros los que impulsaron a comprar este número al empleado de la construcción Luis Antonio Rincón, que ha sido uno de los pocos que han acudido al centro comercial y que ha explicado que invertirá el premio (100.000 euros) en cubrir pequeñas deudas.
La mayoría de los mil trabajadores de la empresa editorial de Wolters Kluwer, con sedes en Madrid, Barcelona y Valencia, han resultado agraciados porque “muy pocos no juegan”, ha dicho Cristina Sancho, del departamento de Comunicación.
Muchos de ellos estaban de vacaciones y no se creían que les había tocado el premio “¡que no estamos a 28 de diciembre, que no son los Inocentes!”, decían entre risas.
El premio, distribuido a través del departamento de recursos humanos, “no da para dejar de trabajar”, aunque algunos podrán “liquidar sus hipotecas” y en todo caso “es una ayuda bastante fuerte”, ha añadido.