Trece años de cárcel por matar a su pareja mientras dormía
La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a 13 años de cárcel a la mujer con trastorno paranoide que asesinó a su pareja en Costa del Silencio (Arona) después de suministrarle calmantes en la comida y aprovechar que quedó dormido para clavarle un cuchillo de 21 centímetros de hoja en el abdomen.
El jurado consideró probado que había habido alevosía (indefensión de la víctima) y ensañamiento, ya que la procesada María del Paz M.R. apuñaló a Bernfried Kurt Gross y después abandonó la vivienda de ambos sin pedir auxilio. Gross sufrió una agonía de fuertes dolores estomacales, tanto que fue hallado muerto aferrado a la taza del water.
De acuerdo con la sentencia, el magistrado Emilio Moreno y Bravo ha rebajado la condena de María Paz por haberse probado la eximente incompleta de que sufre un trastorno paranoide, un trastorno bipolar y además un abuso de alcohol, lo que merma (pero no anula) sus facultades volitivas. Sin embargo, le ha añadido la agravante de parentesco, por lo que finalmente ha sido condenada a trece años de cárcel.
El crimen ocurrió entre el 24 y 25 de agosto de 2007. María Paz llegó a confesar en el juicio oral que deshizo calmantes en una salsa para un pollo y que cuando Gross quedó dormido le apuñaló en el abdomen de extremo a extremo y después se marchó. Cuando dos agentes de la Policía Local de Arona encontraron a la acusada en un saco de dormir en la playa, ella misma les relató que había matado al hombre.
“No le odiaba tanto como para matarlo”, aseguró Mará Paz al jurado, después de repetir una y otra vez que la víctima le obligaba a medicarse para abusar de ella. De hecho se conocieron en un consultorio psiquiátrico.
Pese a que el fiscal pidió 20 años de condena por asesinato con la agravante de ensañamiento, lo que el jurado admitió como verdadero, y que el abogado de la defensa pidió la pena mínima por asesinato, 15 años, el magistrado ha hecho su interpretación y ha condenado a María Paz a 13 años en total.
En la sentencia también se señala que los médicos forenses creen necesario que la condenada esté sometida a tratamiento psiquiátrico ambulatorio bajo control, pero el fiscal no ha solicitado esta ayuda para ella, ni tampoco su defensa.