La UE quiere reforzar el control y la seguridad en las fronteras
La Unión Europea se propone reforzar el control y la seguridad de sus fronteras, sobre todo hacia el Este y hacia el Sur, a partir de 2010, según acordó este lunes un grupo de ministros de Interior de la UE, reunidos en Eltville (centro de Alemania).
El vicepresidente de la Comisión Europea, Franco Frattini, apuntó como la “seguridad es un derecho”, para destacar la necesidad de desarrollar el dispositivo de fronteras Frontex en el marco de la reunión informal del Grupo de Alto Nivel para el futuro de Asuntos de Interior de la UE, cuyo encuentro concluyó este lunes.
Más allá fue el Secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, también presente en esta cumbre informal de Eltville, que propuso crear dispositivos permanentes de control en los países de origen de la inmigración irregular que llega a la Unión Europea.
Convocados a instancias de Frattini, y de la presidencia de turno de la UE, que detenta Alemania, en el foro participaron además los ministros de Portugal, Eslovenia, Francia, la República Checa y Suecia.
El anfitrión germano, Wolfgang Schäuble, apuntó como “la libre circulación de bienes y personas en la Unión Europea, así como su fortaleza económica y estabilidad democrática han convertido a la UE en objetivo de la inmigración irregular, crimen organizado, tráfico de drogas y del terrorismo internacional, sobre todo en su relación con los estados del Este y del Sur de Europa”.
Según la propuesta española, los dispositivos permanentes contarían con funcionarios policiales de diferentes países de la UE y podrían estar coordinados por Frontex, según explicó en la Cumbre sobre el futuro de la política de Interior en la UE.
Para el Gobierno español, “se trata de que los dispositivos que ponemos en marcha en momentos puntuales se apliquen de manera permanente”, apuntó el portavoz del Secretario de Estado.
Cuanto más cerca de la Unión Europea se encuentran los inmigrantes irregulares, más complicado resulta su repatriación, apuntó Camacho, que apostó por una política europea de visados reforzada y un impulso a la colaboración con los Estados situados en las zonas de las que proceden los inmigrantes irregulares para luchar de forma más eficaz contra la inmigración y las mafias.
En la cumbre de Eltville se realizaron propuestas para la política interior de la UE a partir de 2010 para trabajar de forma más eficaz en el marco de la Unión.