El uso comercial del avión solar, ''una locura''

El presidente del proyecto Solar Impulse, Bertrand Piccard, ha señalado en Valencia que es una “locura” prever un uso comercial a corto plazo de los aviones solares. Ha precisado que por ahora se ha conseguido completar un primer vuelo diurno y nocturno con éxito, con un piloto y sin pasajeros, “pero el futuro está abierto”.

Piccard se ha pronunciado de esta manera tras participar en la XXV Conferencia y Feria Europea de Energía Solar Fotovoltaica y la V Conferencia Mundial sobre Conversión de Energía Fotovoltaica, inaugurada este lunes y que se prolongará hasta el viernes 10 de septiembre en las instalaciones de Feria Valencia. Se trata de un foro de presentación de los últimos avances en desarrollo y fabricación fotovoltaica.

El iniciador del proyecto Solar Impulse ha explicado que el avión solar ya está terminado y ha conseguido hacer un vuelo de día y noche con éxito. “El siguiente paso ahora es construir un segundo avión que cuente con una cabina más grande, menos peso y que consiga dar la vuelta al mundo para 2013”, ha apuntado. Un año antes, en 2012, esperan poder cruzar el Atlántico.

A preguntas de los periodistas, ha precisado que en 2013 no habrá pasajeros y no sabe para cuando esto podrá suceder. “Sería estúpido por mi parte decir que va a haber aviones comerciales fotovoltaicos, ya que se trata de un avión cargado de baterías que sólo lleva al piloto”, ha remarcado.

En este punto, ha recorcado que cuando se realizó “el primer vuelo en 1927 había solo una persona en el avión, no había pasajeros y el avión iba lleno de gasolina” pero 25 años después las naves viajaban ya con 200 pasajeros. “Empezamos desde cero, un piloto, cero pasajeros, energía total y las baterías a tope”, ha apuntado Piccard. “No sabemos cuando será posible llevar pasajeros pero el futuro está abierto”, ha remarcado.

La nave posee unas células fotovoltaicas solares que dan electricidad a los cuatro motores de los que dispone y, además, sirven para ir cargando las baterías de litio.

Durante el día se vuela con la energía solar y por la noche con la energía que le proporcionan las baterías, “por lo que en teoría el avión podría estar volando continuamente porque se recargaría durante el día y podría seguir volando durante la noche”, ha indicado el aeronauta. Las alas miden 64 metros, similar al ancho de un Airbus 340; el peso es como el de un coche, 1.600 kilos, ha precisado, y la altitud máxima a la que puede volar son 9.000 metros.

“Revolución en la mentalidad''

En esta línea, Piccard ha indicado que el objetivo ahora es “conseguir una revolución en la mentalidad de las personas en relación a las energías renovables” y ha apuntado que en estos momentos no se busca “una revolución” en el ámbito de la aviación; “eso será algo ya para el futuro”.

Piccard ha destacado la tarea que tienen por delante es “demostrar todas las potencialidades de las energías renovables, con las que se pueden conseguir cosas increíbles, y ése es el objetivo de mi proyecto, Solar Impulse”.

“Está claro que sí que se entiende que hay un gran consumo y derroche de combustible en los aviones” que es “insostenible con el sistema energético actual, por lo que habrá que abrir la puerta a una nueva aviación”, según ha señalado. Ha asegurado que la Asociación de Tranporte Internacional se ha interesado por ser socio del proyecto porque también “quieren llevar a la industria de la aviación en esa dirección, conseguir unas emisiones cero, hacer un negocio limpio y la energía solar está marcando el camino”, ha remachado.

La Feria de la Industria Fotovoltaica se distribuye en ocho grandes salas de exposición en el recinto ferial de Feria Valencia y cubre una superficie de exposición de 80.000 metros cuadrados. 943 expositores de todo el mundo presentan sus nuevos productos, soluciones técnicas y servicios a una audiencia global.

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