El Valle de Agaete celebra la ancestral Rama de San Pedro pese a las altas temperaturas
Desde primera hora de la mañana en el Valle de Agaete resonaban los bucios, con los romeros y romeras entregados a uno de los días grandes del barrio, la Rama de San Pedro.
Las filas tomaban resuello antes del enfilar a la Era del Molino, punto de encuentro para comenzar el baile. Bajo las faltas del Parque Natural de Tamadaba, la Rama de San Pedro llamó a todos los vallenses al reencuentro, en una fiesta que se celebra bailando, juntos, con la alegría y a ritmo de las bandas.
Con sus Ramas en alto, los y las romeras esperaron a la Banda de Agaete, primera agrupación que marcó el paso de esta tradición, y que dio ritmo a una comitiva “que saltó de alegría y bailó por su pueblo, con la felicidad del reencuentro”. Desde la Era del Molino y colina abajo, el sonido de las trompetas y los tambores llamaban al pueblo a reunirse en las calles, que en torno a las 12 horas saltó unido su Rama de San Pedro un año más.
De padres, madres a hijos e hijas, y antes de ellos, sus abuelos y abuelas, “la Rama de San Pedro es más que una fiesta, es un sentimiento compartido por un pueblo, que se junta por la alegría de bailar o por la promesa o el agradecimiento a su Santo”. Hasta la plaza de San Pedro tomó rumbo el desfile, al que ni la alerta por altas temperaturas fue capaz de parar.
Arropado por miles de Ramas, San Pedro y la plaza tomó el relevo de la fiesta, que durará todo el día. Al caer la noche, la Rama y la música de las bandas devolverá el ritmo a las calles, con la tradicional Retreta en su escenario nocturno. Aunque la alerta por incendio forestal ha obligado a cancelar la exhibición de fuegos artificiales, no fallará la verbena, con la que las Fiestas de San Pedro pisa el acelerador para encarar su recta final después de más de 40 actos.
El alcalde de Agaete, Jesús González Sánchez, ha recalcado que esta fiesta es “muy importante para todos los vecinos y vecinas, especialmente para los del Valle” que hoy se han congregado “con una gran afluencia” para “disfrutar de una festividad que es tradición” y que se ha celebrado sin incidentes.
La concejala de Fiestas, Candy Mendoza Saavedra, se ha confesado “muy contenta” de disfrutar de esta Rama de San Pedro, que se ha vivido “sin problemas ni obstáculos” en la jornada de hoy. Como la ha definido, esta fiesta es “un sentimiento” y una de las tres Ramas del municipio, que tienen sus raíces en el Patrimonio y la tradición, “son las manifestaciones festivas de nuestra cultura”. Esta fiesta “se celebra envuelta en territorio patrimonio de la Unesco y bajo las Montañas Sagradas”, porque “nuestra Rama es un sentimiento”.
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