De profesión: taxista

Taxis de Telde en una parada

Héctor del Toro

Antonio Mejías es taxista y tiene la Licencia Municipal 218. Su padre se dedicaba a la misma profesión y “había días que no le veía; yo le llegué a conocer realmente el día que se retiró”, explica.

En telde, hay 232 taxis. Un trabajo que obliga a pasar días enteros sentado a bordo de un vehículo. “Yo te puedo decir que ayer salí a las a las seis de la mañana y llegué a las once y pico de la noche a mi casa para llegar a mileurista, si es que llegamos”, afirma Antonio. Tiene dos hijos con los que intenta pasar el mayor tiempo posible. No le gustaría que siguieran sus pasos.

Para este colectivo de trabajadores, la zona aeroportuaria es fundamental. “No podemos vivir sin el aeropuerto, porque si no te mueres de hambre”, asegura Sebastián Alonso, presidente de la Sociedad Cooperativa de Empresarios Taxistas de Telde.

Asimismo, se queja de la decisión del Cabildo de Gran Canaria de haber permitido el tránsfer, ya que “los taxis de otros municipios van a comer abajo, sabiendo que nosotros sólo dependemos de eso, y nos están quitando la comida”, dictamina Alonso, quien se reunió recientemente con María del Carmen Castellano, alcaldesa de Telde, para expresarle su “malestar por la falta de sensibilidad que demuestra el ayuntamiento hacia el sector del taxi”.

En el interior del edificio de Aena, una guía turística se encarga de las recogidas concertadas previamente por clientes de otros países y que solicitan ayuda con su equipaje, una silla de niño en el taxi, un vehículo más grande o pagar con tarjeta de crédito.

Además, la cooperativa situada en El Calero se encuentra inmersa en una campaña para promocionar pidetaxi, una aplicación que permite al usuario solicitar un vehículo desde su teléfono móvil con conexión a Internet.

Es una iniciativa propia de la Asociación de Radio Taxis de España, que deja atrás otros sistemas similares de empresas privadas que “estaban empezando a chantajearnos con quitarnos la aplicación si no pagábamos más”, según el presidente de los taxistas.

Por otra parte, han propuesto firmar un convenio de colaboración con la Asociación de Comerciantes de San Gregorio y, de esta forma, promocionar la ciudad de Telde en el exterior, con el objetivo de atraer no solo al turismo extranjero, sino también al de otros lugares del archipiélago.

Sebastián Alonso culpa del desmantelamiento de la zona comercial de San Gregorio a los empresarios, por haber rechazado la construcción de un centro comercial en el casco, y al consistorio, por no haber invocado el interés general en aquel momento.

Si el cooperativista y también taxista ha luchado durante cinco años por romper barreras entre Telde e Ingenio, todavía queda pendiente hacer lo mismo dentro del propio municipio, donde existen hasta cuatro cooperativas diferentes.

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