Espacio de opinión de Tenerife Ahora
Barcos en el aire
Existen dos tipos de personas en el mundo:
las que esperan y las que hacen esperar.
Las que engañan, las que engañadas son.
Sin término medio ni por alguna razón.
Existen solo dos grupos
en los que uno puede alistarse:
los que sucumben a cómo deberían ser
y los que prefieren a una manera un quién.
Escritores que versan llamando al aplauso
y los que buscan en su desahogo ese abrazo
que parece encerrado por siempre jamás
en la mazmorra de un castillo
en la que por un pasado amor
un plebeyo se quiso confinar.
Existen dos bandos sin ningún gris:
los que claman alaridos incautos
y los que escriben lo que necesitan decir.
Cuando coinciden, se juntan, se mezclan
y de la guerra, en su antesala,
conocen sus nombres, saben la historia pasada.
Se desafían, se enfrentan, desplantan,
los muy ciegos, que sabiendo
que si incluso alguien cae al final,
ninguno feliz será.
Podrían ganarlo todo
si se sentasen a hablar
pero viviendo en el gran silencio…
¡a saber que encontrarán!
Esos que pasan página y los que la escriben
los que cuentan las leyendas y los que las viven.
Los del “ya lo vamos viendo” y
los de “ven, te echo de menos”.
Los del qué será,
los del qué pasó.
Esos que desatan incendios de ira
por no encontrarse el corazón;
otros, orgullosos de regalarlo,
por la noche se mueren de amor.
Los que quieren aceptar, no olvidar
y los que funden bueno y malo en lo solapado.
De Estigia a una isla siguen zarpando estos barcos
que en el aire se desvanecerán.
Los que navegan la vida soñando
y los que en sueños ven la vida pasar.