Espacio de opinión de Tenerife Ahora
Los dioses mandan zoquetes
Ya usted ve, en una cosa tiene razón Cospedal, algo deben estar mandándonos desde ahí arriba porque no es normal el castigo que estamos sufriendo las personas de buena voluntad que poseemos un cerebro más complejo que el de una fula.
No es normal que después de la que cayó con el Prestige y los hilillos de plastilina, después de las cientos de miles de voces rechazando las prospecciones petrolíferas, la presidencia de la autoridad portuaria de La Luz (luces más bien pocas) haya repetido el escenario gallego.Sin protocolo de actuación al respecto, sin personal especializado, sin recursos; increíble.
Arguye Paulino que el problema es la falta de competencias, pero en este caso no es esa la cuestión, aun así, tampoco él ha exigido nunca una modificación de la Constitución de hormigón armado para que se cambie nuestra caracterización de comunidad por la de Archipiélago con lo que la competencia en aguas interiores sería de facto.
Bento, por su parte, la otra enviada, dice que como el viento es del nordeste y la marea va pa’ bajo pues que la cosa no corre ningún peligro. Se deduce de sus palabras que por ahí para abajo no vive nada ni nadie,se ve que todavía usa el mapa del Tratado de Tordesillas de 1494.
Pero yo acabo de venir de Dakhla y les aseguro que vive una gente maravillosa como usted y como yo, que aman a sus niñitos y niñitas, y les gusta el pescado asado, y no se merecen lo que nuestros dioses les están mandando.
Todo esto duele especialmente a los grupos étnicos costeros de este mundo, para quienes mirar a los celajes marinos es como la religión: una droga que nos evade de las miserias terrenales.
Por eso ¡Gentes costeras y pueblos ensuciados del mundo! ha llegado la hora de sacar del baúl del repertorio de los nadie el escrache fino y elegante,y entregarle un billete de vuelta con los dioses al zoquete que tomó la decisión de sacar el barquito del muelle. Un billete, una proposición de Ley: disolución de los dioses; y un recado: porfi, porfi, no manden a más nadie, que ya con lo que tenemos nos arreglamos.
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