El Cabildo de Tenerife vuelve a adjudicar a la misma empresa de 2024 la polémica fiesta de Navidad solo en Santa Cruz por 523.364 euros
El Cabildo de Tenerife, a través del área de Presidencia, ha adjudicado la organización de la polémica fiesta de Navidad que sólo se desarrolla en Santa Cruz de Tenerife, y no en ningún otro municipio de la Isla, a la empresa Encaro Factory. Lo ha hecho para la edición de este 2025, aunque con posibilidad de prórroga para 2026, por un total de 523.364 euros, casi 90.000 más que lo que costó la misma celebración navideña de 2024, que en ese caso se adjudicó sin proceso selectivo.
El PSOE, sin embargo, considera que el procedimiento abierto de este 2025 presenta muchas limitaciones y se ha hecho, en buena parte, de forma que casi no se pudiera presentar otra compañía, lo que los socialistas creen que prueba el hecho de que sólo aspirara esta sociedad, que volverá a organizar unos actos y decoración que entienden que benefician únicamente a una localidad en una Isla con un total de 31 municipios, por mucho que se trate de la capital.
Fuentes de los socialistas consultadas por Canarias Ahora sostienen que se ha “empaquetado” este proceso para que no hubiera casi competencia y se llama la atención sobre el incremento de casi un 25% del gasto respecto a la primera edición.
El contrato incluye los servicios de “diseño, producción artística, producción técnica y ejecución, incluyendo todo el proceso de creación y ejecución integral, de un proyecto artístico de actividades vinculado a las artes escénicas, la música y espectáculo para la celebración de las fiestas de Navidad en la plaza del Cabildo (Navidad de 2025)”.
Ya el pasado 14 de julio, la presidenta del Cabildo firmó un decreto para la contratación de esta fiesta de Navidad en esta edición. En 2024, ya se desató la polémica porque esto se solapa con la fiesta que también organiza el Ayuntamiento santacrucero (como cualquier otro consistorio del país), porque implica un gasto superior a medio millón de euros de todos los tinerfeños, no sólo de los de la capital. Además, los socialistas ya criticaron en 2024 el “caos circulatorio” que se dio en esas fechas en Santa Cruz de Tenerife por la coincidencia de actos, lo que se unió a la huelga del tranvía.
Ese expediente de julio recalca desde el principio que “se ha de garantizar que el proyecto artístico cuya ejecución se contrate plantee una propuesta creativa original, vinculada a las artes escénicas, la música y espectáculo, que pueda incluir un espacio escenográfico de ambiente navideño en la plaza del Cabildo, música acorde (…), vestimenta acorde (…), presencia de elementos de regalo y productos navideños, proyección audiovisual, y otras actividades y elementos acordes con un evento de celebración de la Navidad”.
Asimismo, se exige que “la entidad adjudicataria para llevar a cabo la creación, producción y ejecución disponga de un equipo artístico y técnico con experiencia en artes escénicas y espectáculos, y en producciones artísticas de eventos, para así alcanzar el nivel de calidad exigible a las características y finalidad perseguidas con la celebración”.
La importancia de una plaza del Cabildo ubicada en un único municipio
Rosa Dávila justifica la reedición de la “fiesta” por la “conveniencia y necesidad, un año más, de desarrollar actividades con motivo de la celebración de la Navidad 2025 no sólo en el interior del palacio insular, sino en la plaza del Cabildo, acercando dicha celebración a la ciudadanía tinerfeña. Y esto, atendiendo a los nuevos recursos técnicos que pueden permitir el aprovechamiento máximo de los espacios disponibles y con el objetivo de adaptar dicha celebración a un formato actual, junto con una decoración navideña, música y otras actividades para el disfrute de las familias y ciudadanía en general, de forma que resulte novedosa y muy atractiva para todos los que visiten la plaza”.
Aunque se asegura que se intenta “contribuir, junto con el resto de las programaciones municipales de celebración de las fiestas navideñas, al impulso turístico, cultural y comercial de la Isla”, se olvida que se desarrolla sólo en una localidad de Tenerife, la capital, con lo que ese beneficio para la Isla en su conjunto resulta, cuanto menos, cuestionable. Se resalta que el espectáculo artístico resulta “innovador” y se subraya también el “embellecimiento de un espacio público con un espectáculo de decoración y alumbrado, todo ello atractivo para los residentes y visitantes”, pero obviando que se trata sólo de los residentes o visitantes de Santa Cruz.
Además, se sostiene que se apuesta por la “innovación, la sostenibilidad y la centralidad del Cabildo como primera institución de la Isla a través del uso de nuevas tecnologías eficientes y, en consecuencia, también actividades con alcance turístico y comercial”, aunque de nuevo sin ninguna alusión a que el beneficiario es un único municipio tinerfeño que, por supuesto, destina también un considerable presupuesto a Navidad.
El decreto, de 194 páginas, insiste en que, “en estos tiempos y con el gran desarrollo de tecnologías y, por tanto, de las posibilidades técnicas que permiten realizar actividades novedosas y con un nuevo planteamiento, se ha de avanzar a poner en marcha una nueva forma de celebración de las fiestas de Navidad, similar a las que se realizan por grandes ciudades de España y Europa, que además conlleve un acercamiento de esta Institución insular a los ciudadanos, al permitirles disfrutar de momentos entrañables en las fiestas navideñas en compañía de familiares o amigos”. Eso sí, en ningún caso se remarca que esta fiesta se ubica sólo en Santa Cruz y que algunas célebres, como la de Vigo, las organizan los ayuntamientos.
“Completar la oferta de los ayuntamientos”, pero sólo en la capital
No obstante, justo después se afirma que “la finalidad del impulso y promoción cultural de la Isla, unida al objetivo de que la ciudad en que se desarrolle sea un escenario para la cultura de calidad, son los que determinan la conveniencia de completar la oferta que ya realizan los ayuntamientos de la Isla (…)”, con lo que se asume el supuesto beneficio de la iniciativa pero para un municipio en concreto. Asimismo, el decreto deja claro que el Cabildo se ve incapaz de organizar algo así con sus propios medios y se justifica que el lote se adjudique de forma completa y no se fragmente.
Aunque al final no se pudo comparar, el equipo humano artístico se evaluaba con un tope de 25; la dirección artística con experiencia relevante (algo clave), 6; equipo artístico multidisciplinar (música, dramaturgia, escenografía…), 6; trayectorias individuales y sinergias del equipo, 5; inclusión de perfiles y/o emergentes con garantía de calidad, 4; inclusión de perfiles con enfoque de igualdad y diversidad en el proyecto global, 4. Asimismo, se le asigna 20 puntos a la producción técnica y viabilidad, con apartados como el “equipamiento técnico y planteamiento general con detalle y claridad del planteamiento técnico completo” (8), un cronograma detallado por tareas y responsables (6) y medidas de sostenibilidad, seguridad, capacidad de respuesta y difusión (6).
Los criterios se cierran con “subcriterios”, como el “impacto social y accesibilidad” (5) y la “perspectiva de género e impacto en el entorno local”, otros 5, así como con la oferta económica, que tiene un peso de 25 puntos.
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