El Cabildo perfila los mapas de peligrosidad de inundación de la Isla
El Cabildo presentó este martes los mapas de peligrosidad de inundación de la Isla, elaborados por el Consejo Insular de Aguas de Tenerife (Ciatf), tras seleccionar las ocho zonas de mayor peligrosidad y que, en conjunto, suman una longitud de 20,4 kilómetros. Concretamente se trata de los barrancos de: Bufadero, Santos, El Hierro, La Carnecería, San Felipe, San Juan, El Infierno y Torviscas. Los mapas se podrán consultar a partir de esta tarde en la web www.aguastenerife.org
El consejero de Aguas, Jesús Morales, explicó que “el riesgo nunca se elimina del todo pero desde el Cabildo trabajamos para reducirlo a niveles aceptables”. En este sentido, recordó que en el área metropolitana se han invertido 55 millones de euros entre las administraciones para reducir los riesgos. Morales explicó que las competencias en gestión y defensa frente a los efectos adversos de las inundaciones afectan a todas las administraciones. La Comisión Europea aprobó en noviembre de 2007 una directiva sobre la evaluación y gestión de las inundaciones que ha sido transpuesta a la legislación española mediante el Real Decreto 903/2010 de evaluación y gestión de riesgos de inundación. La implantación de esta directiva supone una oportunidad para mejorar la coordinación de todas las administraciones a la hora de reducir estos daños.
El Cabildo, a través del Consejo Insular de Aguas de Tenerife (Ciatf) “trabaja en determinar las zonas del territorio en las que existe un riesgo potencial de inundación significativo o en las cuales ese riesgo de inundación pueda considerarse probable”. El primer paso es la selección, dentro de cada Demarcación Hidrográfica, de las zonas con mayor riesgo de inundación, conocidas como Áreas de Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSI) e identificadas tras realizar la Evaluación Preliminar del Riesgo de Inundación (EPRI) de cada Demarcación Hidrográfica en coordinación con las autoridades de protección civil. En el caso de Tenerife, el resultado de la evaluación preliminar del riesgo de inundación se sometió a consulta pública durante un plazo mínimo de tres meses. Este primer procedimiento se encuentra ya finalizado en la Demarcación Hidrográfica de Tenerife.
El segundo paso del proceso, una vez finalizada la Evaluación Preliminar del Riesgo es la elaboración de los Mapas de Peligrosidad de Inundación y de los mapas de riesgo de inundación. Estos mapas complementan lo establecido en la legislación existente en materia de aguas, protección civil y ordenación del territorio sobre cartografía de zonas inundables y deben someterse a consulta pública durante un plazo mínimo de tres meses.
El gerente del Consejo Insular de Aguas de Tenerife, José Fernández Bethencourt, que también estuvo presente en la presentación, recordó que el pasado 15 de mayo, la Junta General del Ciatf acordó tomar en consideración los mapas de peligrosidad y riesgo de inundación de las Áreas de Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSI) fluviales de la Demarcación Hidrográfica para someter este documento a consulta pública durante tres meses.
Los mapas de peligrosidad constituyen la información fundamental en que se basarán los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación (tercer paso), que deberán aprobarse y publicarse antes del 22 de diciembre de 2015, según aclaró el consejero Jesús Morales. Los planes de gestión tendrán como objetivo lograr una actuación coordinada de todas las administraciones públicas y la sociedad para reducir las consecuencias negativas de las inundaciones, basándose en los programas de medidas que cada una de las administraciones debe aplicar en el ámbito de sus competencias para alcanzar el objetivo previsto.
El Consejo Insular de Aguas de Tenerife ha llevado a cabo, a lo largo de los últimos diez años, diferentes obras con el fin de construir infraestructuras que mejoren la evaluación de las aguas de lluvia y aumenten la seguridad de personas y bienes.
En este tiempo, se ha intensificado el esfuerzo por evitar que vuelvan a producirse tragedias como la del 31 de marzo de 2002 cuanto una riada asoló Santa Cruz, causando cuantiosos daños materiales y víctimas mortales. El Cabildo considera vital un mejor conocimiento de la realidad insular y la concienciación ciudadana, así como conocer el mapa de peligrosidad y riesgos y los planes de gestión para actuar en estos enclaves.